jueves, 17 de agosto de 2017

LOS MAESTROS NO SOLO LUCHAN POR SUS DERECHOS, SINO QUE LUCHAN ENTRE SI

Por: Augusto Lostaunau
Los maestros no sólo luchan por sus derechos, también luchan entre sí y lo hacen de manera pública.
Miles de profesores recorren las avenidas y los principales jirones de Lima. Lo mismo ocurre en las capitales de las regiones y los distritos del Perú. Los colegios están cerrados y los letreros en las puertas indican: HUELGA INDEFINIDA. El SUTEP ha vuelto. Desde hace muchos años que no se vivía una situación semejante. Pero, esta nueva huelga tiene un elemento muy particular. Los maestros no sólo luchan por sus derechos, también luchan entre sí y lo hacen de manera pública. Las acusaciones van en todas direcciones. No se trata de infiltrados. Son maestros con reconocimiento local y regional. El SUTEP está en crisis. Y, lo que es peor, la crisis manifiesta del SUTEP puede ser aprovechada por quienes pugnan por privatizar la educación. El SUTEP fue un sueño hermoso y parece que muchos lo quieren convertir en la más terrible de las pesadillas.
El reconocido escritor Dante Castro ha indicado:
No voy a hacer la historia del SUTEP, pero sí puedo recordarles que fue el sindicato que puso en jaque a la dictadura militar de Morales Bermúdez en las huelgas de 1978 y 1979 respectivamente. El Partido Comunista del Perú -Patria Roja, fue la fuerza política que tuvo mayor y abrumadora responsabilidad en la conducción de esas dos huelgas que prestigiaron al magisterio y lo dotaron de una organicidad sindical sin precedentes. ¿Hubo más partidos? Por supuesto, en condición subordinada a la fuerza superior de Patria Roja.
En esta cita, tenemos que reconocer dos grandes aciertos:
1)   Por varias décadas, el SUTEP fue el sindicato más importante que tuvo el movimiento gremial y popular del Perú. Prácticamente realizaron paros y huelgas a todos los gobiernos desde Velasco hasta Fujimori. Jaquearon la dictadura militar en la fase de Morales Bermúdez. Desnudaron la incapacidad de Belaunde Terry y García Pérez. Se enfrentaron al fujimorato. Pero, el siglo XXI los encontró más divididos y fraccionados.  Lastimosamente la manzana de la discordia no es el control nacional del magisterio (el famoso CEN); sino, la posibilidad de administrar la Derrama Magisterial. Esa suerte de banco magisterial que controla ingresos millonarios. Muchos grupos políticos que actúan al interior del SUTEP han fijado sus ojos –y sus apetitos- a esa masa de dinero.
2)   Es cierto que al interior del movimiento magisterial, el Partido Comunista del Perú-Patria Roja fue la organización más importante, pero no la única. Desde sus inicios, otros grupos también se encontraron en sus filas. Es decir, que en la actualidad existan dirigencias regionales no controladas por el PC del P-PR que le disputan el control del sindicato. No es algo nuevo, novedoso o producto de los “problemas derivados de la guerra”. Simplemente, son grupos que han logrado articular un discurso de denuncia y confrontación aprovechando el debilitamiento de la presencia de Patria Roja en las bases. Y, estos grupos son, en algunos casos, facciones que se han desencajado de la misma Patria Roja y, hoy, son su crítica y competencia más feroz y radical.
De esta forma, la presencia de militantes convictos, confesos y conocidos de MOVADEF, PROSEGUIR, PUKA LLAQTA y BOLCHEVIQUES, sólo demuestran lo heterogéneo –ideológica y políticamente hablando- que es el magisterio peruano. Sin olvidar que también existen militantes y simpatizantes del PAP, ACCIOPOPULISTAS, PPCISTAS, FUJIMORISTAS, ACUÑISTAS, etc. Sin dejar de mencionar a los CATÓLICOS, a los CRISTIANOS, a los ATEOS, a los AGNÓSTICOS, ANARQUISTAS, FEMINISTAS, LGTB y otro etc. Pero, no cabe duda que los más organizados y orgánicos son los tres primeros de los indicados líneas arriba. Son ellos los que están poniendo en jaque la hegemonía de Patria Roja sobre el CEN y, consecuentemente, sobre la Derrama Magisterial.
Esta dinámica interna ha quedado al descubierto con la presente huelga. Son miles de maestros de los colegios nacionales que marchan desde hace dos meses por las calles del Perú. Al principio nadie los escuchaba; hoy la prensa limeña los presenta como un “fastidio” para el tránsito de la capital. De sus demandas no dice nada. En las redes sociales el debate se está dando con mayor ferocidad que en las calles. No es un debate entre representantes del gobierno y los maestros. Increíblemente, es un debate entre militantes de los grupos en pugna. De un lado se acusa de “vende huelgas” y “traidores”, desde el otro las respuestas van por “senderistas” y “asesinos del pueblo”. En el medio se encuentran miles de maestros que sólo buscan que su pliego se resuelva satisfactoriamente. Todas las cúpulas se olvidan de la huelga y del verdadero motivo de la crisis de la educación y se enfrascan en una lucha intestinal.
Y, ahí radica el peligro. Las luchas intestinales son normalmente luchas fratricidas. Siempre habrá un victorioso y un derrotado. Aunque, en este caso concreto, el peligro es que el derrotado sea el SUTEP. Ya se escuchan voces –que deben ser del agrado de muchos- de imponer la “libertad sindical en el magisterio”. Es decir, ¿varios SUTEP? ¿Aceptará el Ministerio de Trabajo varios sindicatos de maestros como lo hizo durante el segundo gobierno del PAP con los gremios de Construcción Civil? ¿A quién le conviene varios SUTEP? ¿Varios SUTEP es sinónimo de varias DERRAMAS MAGISTERALES?
Y mientras al interior del SUTEP se habla de CLASISMO. La mitad del magisterio sigue trabajando y sigue en condición de explotado. Nos referimos a los docentes de los colegios particulares (pomposamente llamados Instituciones Educativas Particulares). De ellos no se acuerdan ni los CLASISTAS ni los MÁS CLASISTAS. Así, mientras la mitad de la clase sigue en condición de explotada, a ninguna de las facciones en pugna se les ha ocurrido exigir una Ley General de Educación que se cumpla tanto en los centros estatales como en los particulares. Ya que en el Perú (como en la Colonia) vivimos en una “República para estatales” y una “República para particulares”. Los CLASISTAS y los más CLASISTAS luchan por los fondos de la DERRAMA MAGISTERIAL y dejan de lado sus discursos radicales en contra del modelo económico y la ideología predominante. Lo que es peor, con sus luchas intestinales lo único que hacen es consolidar el modelo económico y la ideología dominante. ¿Será que los discursos de los CLASISTAS y los MÁS CLASISTAS son sólo fraseología? Ellos son los únicos que tienen la respuesta. Ellos son los únicos que serán los culpables del futuro de la unidad del SUTEP.
Ya los gobiernos neoliberales lograron infiltrar y romper al gremio de Construcción Civil. Gremio que jugó un rol muy importante en la lucha contra el fujimorato. Fueron miles de agremiados a Construcción Civil los que marcharon en los Cuatro Suyos. Su presencia aseguró el éxito de la movilización. Hoy, Construcción Civil es sólo un gremio más. Fue infiltrado con cientos de delincuentes indultados por Alan García Pérez. Esos indultados formaron sus sindicatos y rápidamente fueron reconocidos por el Ministerio de Trabajo. El resto es conocido. ¿Pasará lo mismo con el SUTEP? ¿Los CLASISTAS y los MÁS CLASISTAS son conscientes del peligro en que ponen al gremio magisterial? O tendrá que aparecer un Sindicato del PAP, otro de Acuña, otro del PPC, otro Fujimorista, y otro etc. para que logren entender.
Miles de docentes claman en las calles por la dignificación de su trabajo. Miles de estudiantes los apoyan. Miles de ciudadanos apoyan en las colectas de alimentos. Los mercados les entregan productos. Existe una solidaridad impensada con los huelguistas. Mientras tanto, las cúpulas, es decir, los CLASISTAS y los MÁS CLASISTAS sólo miran con apetito a la DERRAMA MAGISTERIAL.
Esperemos que las bases tengan la madurez que le falta a las dirigencias y eviten la fragmentación del SUTEP. Las bases son la única esperanza.
*Historiador que apoya la creación del Colegio Profesional de Historiadores del Perú.

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