miércoles, 23 de noviembre de 2016

DIEZ PRÁCTICAS EDUCATIVAS BASADAS EN LA EVIDENCIA






A continuación se presenta un breve resumen de 10 prácticas educativas basadas en la evidencia científica. Fueron reunidas en el año 2010 por el experto en educación Barak Rosenshine e incluidas en una serie más amplia impulsada por la Academia Internacional de Educación sobre los métodos de enseñanza más eficaces. El objetivo principal de esta institución es proporcionar resúmenes  de investigaciones sobre temas educativos de interés internacional.

HAZ REVISIONES A DIARIO
Comienza cada sesión con un pequeño repaso. Esto reforzará los aprendizajes adquiridos en las jornadas anteriores y permitirá que los estudiantes los recuerden y accedan a ellos con facilidad a la hora de comprender algo o resolver un problema. Si quieres leer más sobre esta práctica, entra aquí.

PRESENTA LOS CONTENIDOS NUEVOS PASO A PASO
En cada sesión, presenta únicamente una pequeña parte del nuevo contenido y ayuda al alumno mientras practica con ella de forma autónoma.

Por ejemplo, si quieres que tus estudiantes aprendan a resumir un párrafo, divide esta tarea en tres subtareas: identificar el tópico, identificar la idea principal e identificar las ideas secundarias. A continuación, explica a los estudiantes en qué consiste la primera subtarea, ejerce de modelo (piensa en voz alta) sobre cómo hacerla y pídeles después que practiquen ellos mismos con párrafos nuevos. Sólo avanza hacia la siguiente subtarea cuando la anterior ya esté dominada.

HAZ PREGUNTAS
Haz preguntas abundantes y variadas. Las preguntas ayudan a los estudiantes a utilizar los aprendizajes recién adquiridos y a conectarlos con sus conocimientos previos.  A su vez, esta práctica te ayuda a ti, como profesor, a reunir información sobre qué no les ha quedado claro a los alumnos. Por último, formular preguntas también es útil para conocer cómo llegaron los estudiantes a una conclusión determinada o qué proceso usaron para resolver un dilema.

MODELA Y APORTA EJEMPLOS
El modelado consiste en hacer una tarea ante los estudiantes mientras, como profesor, razonas cada paso en voz alta. Este modelado puede ir acompañado de pistas. En estos casos, tras ejercer de modelo, pide a los estudiantes que usen las pistas de forma independiente en un material nuevo mientras les das toda la ayuda que necesitan. Ante la redacción de una noticia, por ejemplo, estas pistas consistirían en responder a las preguntas: ¿quién?, ¿dónde?, ¿por qué? y ¿cómo?

Presenta a los estudiantes ejemplos abundantes y variados para que adquieran mejor los nuevos aprendizajes. Resulta también muy eficaz dejar a disposición de los alumnos ejemplos que has resuelto paso a paso previamente a través del modelado para que ellos los puedan analizar y emplear como modelo al enfrentarse a problemas similares en un futuro.

Puedes usar estas dos estrategias en materias diversas como matemáticas, expresión escrita, ciencias o comprensión de textos.

GUÍA LA PRÁCTICA DE LOS ESTUDIANTES
Cuando el objetivo es que un aprendizaje perdure en el tiempo, es necesario que brindes al alumno la posibilidad de practicar una y otra vez, de sintetizar, de elaborar, de reformular lo aprendido.

Para optimizar esta práctica, puedes aplicar diversas estrategias como: hacer preguntas, dar explicaciones abundantes y ejemplos variados, comprobar que el alumno está entendiendo lo que está practicando, corregir errores y modelar. Además, puedes pedir al alumno que resuma los puntos principales o que repita los pasos que ha aprendido para completar una tarea. Si quieres leer más sobre la enseñanza guiada o directa, entra aquí.

COMPRUEBA QUE TUS ALUMNOS ESTÁN APRENDIENDO
Es importante que verifiques que todos tus alumnos están aprendiendo lo que les estás enseñando. La evaluación favorece que la nueva información pase a la memoria a largo plazo ya que obliga al alumno a elaborarla más. A ti, como profesor, la evaluación te permite verificar si los alumnos están asimilando conceptos equivocados y comprobar si es necesario volver a incidir sobre algunas partes de la materia.

Existen múltiples estrategias que puedes usar para evaluar el aprendizaje de los alumnos. Entre otras, pedirles que: resuman una parte de la presentación que acabas de hacer, valoren si están o no de acuerdo con lo que acaba de decir un compañero, piensen en alto mientras resuelven un problema, defiendan su posición sobre un tema ante los demás o respondan a preguntas sobre la materia abordada.

PERSIGUE UN ÍNDICE DE ÉXITO ALTO
Es importante que los estudiantes alcancen niveles de éxito altos tanto durante la instrucción como durante las actividades prácticas. De otra forma, estaremos haciendo que los estudiantes practiquen y aprendan errores.

Durante el aprendizaje, es normal que los alumnos cometan errores ya que es su forma de aproximarse a conceptos nuevos de los que apenas tienen conocimientos previos y de formar una elaboración mental propia. Para evitar que el alumno reincida y aprenda estos errores, conviene que la práctica siempre sea guiada y supervisada, que el material se presente poco a poco y que se compruebe con frecuencia que efectivamente el alumno está comprendiendo lo que le estamos enseñando.

OFRECE AL ALUMNO APOYOS INTERMEDIOS ANTE TAREAS COMPLEJAS
Ante un tarea muy compleja, es importante que des al alumno apoyos intermedios y que los vayas eliminando a medida que éste se vuelve  más competente. En inglés, a esta estrategia se la llama scaffolding (andamiaje) y hace referencia a los soportes puntuales que son necesarios para alcanzar un objetivo.

Como profesor, puedes dar estos apoyos intermedios haciendo modelado de los pasos a seguir ante una tarea, pensando en voz alta mientras resuelves un problema o elaborando tarjetas a modo de pista para que los estudiantes las utilicen como modelo al enfrentarse a una tarea compleja nueva.

Ante este tipo de tareas, es recomendable que te adelantes a los errores más frecuentes e informes a los alumnos de los mismos antes de comenzar a trabajar.

RESERVA TIEMPO PARA QUE LOS ALUMNO PRACTIQUEN DE FORMA INDEPENDIENTE
La práctica independiente es importante porque para lograr que una habilidad se vuelva fluida y automática hace falta que los alumnos dediquen mucho tiempo a practicarla. Cuando un alumno logra cierta mecanización, puede dedicar más tiempo a comprender lo que tiene delante y a aplicar lo que sabe. Por ejemplo, cuando un alumno es capaz de leer de forma automática y sin errores, puede dedicar todos sus recursos a comprender lo que está leyendo (por ejemplo, una receta de cocina) y a utilizarlo si es el caso. La necesidad de alcanzar esta fluidez se aplica a hechos, conceptos, operaciones, etc.

El material requerido para esta práctica independiente deber ser el mismo que el usado durante la práctica guiada, tanto en el tipo de tarea como en su complejidad. Antes de pedir a los alumnos que trabajen de forma independiente, a veces es conveniente practicar con el grupo clase algunos ejemplos similares.

HAZ REVISIONES SEMANALES Y MENSUALES
Cuanto más repetimos y revisamos información nueva, más sólido se vuelve el nuevo conocimiento, más conexiones creamos entre éste y nuestros conocimientos previos y, como consecuencia,  más fácil es acceder a él cuando nos hace falta. Éste es precisamente uno de los principales objetivos de la educación: ayudar a los estudiantes a desarrollar un conocimiento amplio y bien conectado.

Una forma de realizar revisiones periódicas en el aula es repasar todos los lunes lo aprendido durante la semana anterior y repasar el último lunes de cada mes lo aprendido durante el mes anterior. Estas revisiones pueden incluir un cuestionario que te permita, por una lado, determinar si los alumnos están aprendiendo; y, por otros, conocer qué partes de la materia requieren que les dediques más tiempo.

Referencias

Rosenshine, B. (2012). Principles of instruction. Research-based strategies that all teachers should know. American Educator, 36, 12-19, 39.


FUENTE: https://situsupierass.wordpress.com/2016/05/29/diez-practicas-educativas-basadas-en-la-evidencia/

RECOMENDACIONES DE POLÍTICAS EDUCATIVAS EN AMÉRICA LATINA EN BASE AL TERCE





Según la UNESCO, la toma de decisiones debe estar basada en evidencia y anclada a algunos modelos conceptuales que permitan interpretar de manera adecuada la realidad. Este documento cumple con ese propósito, puesto que posee la característica fundamental de traducir las conclusiones extraídas de la evidencia del TERCE en política y la práctica educativa. En ese sentido, la evidencia empírica que aporta el estudio muestra los principales factores que influyen en el logro de los aprendizajes, los cuales representan desafíos concretos de política educativa.

A lo largo del documento se plantean líneas de acción y recomendaciones específicas para cada tema diagnosticado previamente en el libro de factores asociados del TERCE. Las recomendaciones de política presentadas en cada sección del documento son fundamentadas en la revisión de la literatura reciente y se refuerzan con ejemplos específicos de políticas aplicadas en los 16 sistemas educativos que participaron en el estudio TERCE. Esta evidencia es desarrollada en dos niveles de tomas de decisión de política educativa: local y nacional, como respuesta a la demanda constante de instrumentos alternativos, que se adapten a distintos contextos económicos y sociales.

Con este documento, los resultados del TERCE se aterrizan en un nivel conceptual y práctico, orientado a los hacedores de políticas educativas, relevando el valor de una evaluación masiva no solo para la investigación y diagnóstico de los resultados, sino también para el diseño de políticas sectoriales en educación.

Los hallazgos en base a los resultados del estudio TERCE entregan dos grandes aportes: identifican áreas clave de intervención para los tomadores de decisiones, basándose en sólida evidencia empírica; a la vez que los resultados de estas investigaciones invitan a tomar acciones urgentes para aminorar las desigualdades en educación.

EL PAPEL DE LA EVALUACIÓN EN EL APRENDIZAJE



Durante esto últimos años, he leído muchas portadas de periódico en contra de evaluar a los estudiantes. Las personas que defienden esta postura argumentan que los exámenes nunca han elevado los estándares de la educación y que incluso restringen el potencial de los alumnos. Ahora bien, ¿qué dice la evidencia sobre el papel de la evaluación en el aprendizaje?

Tradicionalmente, las evaluaciones se han concebido como herramientas para medir el dominio que tienen los estudiantes de una materia y para asignar calificaciones. Sin embargo, la investigación muestra que la evaluación es además un instrumento eficaz para retener y consolidar el aprendizaje (Rohrer & Pashler, 2010). Concretamente, numerosos estudios muestran que combinar sesiones de estudio con sesiones de evaluación es más efectivo que invertir la misma cantidad de tiempo únicamente en revisar o releer el material aprendido (Allen, Mahler, & Estes, 1969; Cull, 2000; McDaniel, Roediger, & McDermott, 2007; Roediger & Karpicke, 2006a), incluso en la ausencia de feedback o de sesiones de estudio adicionales (Cull, 2000; Wheeler & Roediger, 1992). Más aún, la evaluación combinada con sesiones de estudio no sólo consolida el aprendizaje sino que retrasa el olvido de lo aprendido (Carpenter, Pashler, Wixted, & Vul, 2008; Roediger & Karpicke, 2006b).  A este fenómeno de mejora del aprendizaje a través de la evaluación se le conoce bajo el nombre de “efecto del test”, en inglés “testing effect” (Roediger & Karpicke, 2006a). Los beneficios de evaluar frente a repasar no se explican por la exposición repetida a la materia sino por los procesos implicados en la recuperación de información. Prueba de ello es que la superioridad que tiene hacer un examen frente a dedicar la misma cantidad de tiempo a repasar el material se mantiene incluso cuando el resultado del examen no es muy bueno (Carpenter & DeLosh, 2006).

En relación a cuál es la mejor forma de hacer la evaluación, los estudios señalan que las tareas que demandan al alumno recordar lo que ha aprendido son más eficaces que las tareas de selección múltiple en las que éste únicamente ha de señalar la respuesta correcta (Bjork & Whitten, 1974; Kang, McDermott, & Roediger, 2007). A su vez, para ser efectiva, la evaluación debe obligar al alumno a recuperar información almacenada en la memoria a largo plazo más que en la de corto plazo y, para ello, los exámenes deben estar distribuidos en sesiones separadas y no concentrados en un único espacio de tiempo (Carpenter & DeLosh, 2005; Cull, 2000).

Los beneficios de la evaluación en el aprendizaje se han demostrado con alumnos de diferentes edades, en asignaturas tan dispares como ciencia o historia (Carpenter, Pashler & Cepeda, 2009; McDaniel, Anderson, Derbish, & Morrisette, 2007), con materiales diversos como imágenes, hechos o fragmentos de texto (Glover, 1989; McDaniel & Fisher, 1991; Wheeler & Roediger, 1992) y no sólo en contextos artificiales sino también dentro de aulas reales (Butler & Roediger, 2007; McDaniel y cols., 2007).

A modo de resumen, existe abundante evidencia que demuestra que la evaluación más sencilla, como es pedir a un estudiante que trate de recordar todo lo que ha aprendido sobre un tema, es más eficaz que la mayoría de técnicas de estudio utilizadas habitualmente, como por ejemplo hacer repasos. Junto con el papel que pueden jugar en la evaluación del aprendizaje, los exámenes son un motor fundamental del mismo. Por tanto, quienes defienden eliminar totalmente los exámenes se equivocan. Para terminar, humildemente creo que hay una posición intermedia entre ser un defensor acérrimo de los “exámenes con nota en rojo” a todas horas y serlo de no evaluar el conocimiento de los estudiantes bajo ningún concepto.

Referencias

Allen, G. A., Mahler, W. A., & Estes, W. K. (1969). Effects of recall test son long-term retention of paired associates. Journal of Verbal Learning and Verbal Behavior, 8, 463-470.

Bjork, R. A., & Whitten, W. B. (1974). Recency sensitive retrieval processes in long-term free recall. Cognitive Psychology, 6, 173-189.

Butler, A. C., & Roediger, H. L. (2007). Testing improves long-term retention in a simulated classroom setting. European Journal of Cognitive Psychology, 19, 514–527.

Carpenter, S. K., & DeLosh, E. L. (2006). Impoverished cue support enhances subsequent retention: Support for the elaborative retrieval explanation of the testing effect. Memory & Cognition, 34, 268-276.

Carpenter, S. K., & DeLosh, E. L. (2005). Application of the testing and spacing effects to name learning. Applied Cognitive Psychology, 19, 619-636.

Carpenter, S. K., Pashler, H., & Cepeda, N. J. (2009). Using tests to enhance 8th grade students’ retention of U. S. history facts. Applied Cognitive Psychology, 23, 760–771.

Carpenter, S., Pashler, H., Wixted, J., & Vul, E. (2008). The effects of tests on learning and forgetting. Memory and Cognition, 36, 438–448.

Cull, W. L. (2000). Untangling the benefits of multiple study opportunities and repeated testing for cued recall. Applied Cognitive Psychology, 14, 215–235.

Glover, J. A. (1989). The ‘testing’ phenomenon: not gone but nearly forgotten. Journal of Educational Psychology, 81, 392–399.

Kang, S. H. K., McDermott, K. B., & Roediger, H. L. (2007). Test format and corrective feedback modify the effect of testing on long-term retention. European Journal of Cognitive Psychology, 19, 528-558.

McDaniel, M. A., Anderson, J. L., Derbish, M. H., & Morrisette, N. (2007). Testing the testing effect in the classroom. European Journal of Cognitive Psychology, 19, 494–513.

McDaniel, M. A., & Fisher, R. P. (1991). Tests and test feedback as learning sources. Contemporary Educational Psychology, 16, 192–201.

McDaniel, M. A., Roediger, H. L., & McDermott, K. B. (2007). Generalizing test-enhanced learning from the laboratory to the classroom. Psychonomic Bulletin & Review, 14, 200-206.

Roediger, H. L., & Karpicke, J. D. (2006a). The power of testing memory: Basic research and implications for educational practice. Perspectives on Psychological Science, 1, 181–210.

Roediger, H. L., & Karpicke, J. D. (2006b). Test-enhanced learning: Taking memory tests improves long-term retention. Psychological Science, 17, 249–255.

Rohrer D., & Pashler, H. (2010). Recent research in human learning challenges conventional instructional strategies. Educational Research, 39, 406-412.

Wheeler, M. A., & Roediger, H. L. (1992). Disparate effects of repeated testing: Reconciling Ballard´s (1913) and Bartlett´s (1932) results. Psychological Science, 3, 240-245.



FUENTE: https://situsupierass.wordpress.com/2016/06/22/el-papel-de-la-evaluacion-en-el-aprendizaje/

lunes, 21 de noviembre de 2016

CIEN FLORES Y UN SOLO JARDINERO



En China, en los últimos años de Mao, cometía traición a la patria quien se atreviera a comprobar que la realidad era como era, y no como el Partido mandaba que fuese.

Pero en otros tiempos, Mao no había sido el que terminó siendo. Cuando tenía veintipocos años, él proponía una síntesis de Lao Tsé y Carlos Marx, y se atrevía a formularla así: La imaginación es pensamiento, el presente es pasado y futuro, lo pequeño es grande, lo masculino es femenino, muchos son uno y el cambio es permanencia.

Por entonces, había sesenta comunistas en toda China.

Cuarenta años después, la revolución había conquistado el poder, con Mao a la cabeza. Ya no había mujeres caminando a duras penas con sus pies atrofiados por mandato de una tradición atroz, ni parques donde los carteles advertían:Prohibida la entrada a chinos y perros

La revolución estaba cambiando la vida de la cuarta parte de la humanidad y Mao no ocultaba sus divergencias con las costumbres heredadas de Stalin, para quien las contradicciones no eran pruebas de vida ni vientos de historia, sino molestias que sólo existían para ser eliminadas.

Mao decía:
—La disciplina que asfixia la creatividad y la iniciativa debe ser abolida.
Y decía:
—El miedo no es solución. Cuanto más asustado estés, más fantasmas vendrán a visitarte.
Y lanzó la consigna:
—Que cien flores florezcan, que se enfrenten cien escuelas de pensamiento.

Pero poco duró la floración.

En 1957, el Gran Timonel puso en práctica su Gran Salto Adelante, y anunció que muy pronto la economía china iba a humillar a las economías más ricas del mundo. A partir de entonces, la divergencia y la duda fueron prohibidas. Era obligatorio creer en los números que los burócratas mentían para no perder el empleo o la vida.
Mao sólo escuchaba los ecos de su voz, que le decían lo que quería escuchar. El Gran Salto Adelante saltó al vacío.



Tomado de Eduardo Galeano (2008) Espejos. Una historia casi universal. Págs. 300 -301