viernes, 31 de agosto de 2012

LA REMUNERACIONES SEGÚN EL PROYECTO DE LEY DE REFORMA MAGISTERIAL (LRM), COMPARACIONES CON LA LEY 24029-25212 Y EL ANTEPROYECTO DE LA LEY DEL SUTEP.


Por: Emeterio Leon Arone
Según las publicaciones realizadas en los últimos días, al parecer  la situación económica y profesional del magisterio nacional va a continuar igual o peor. Centrándonos en el asunto remunerativo, de acuerdo a las proyecciones e indicadores podemos afirmar que el Proyecto de Ley de Reforma Magisterial (LRM), no supera a la Ley del Profesorado 24029 y su modificatoria 25212 en lo mínimo, menos al Anteproyecto de Ley del Profesorado del SUTEP presentado al Congreso de la República el 14 de junio del 2012.
El  cuadro elaborado teniendo como fuente el diario La Primera y otros medios, y así como del propio proyecto del Ejecutivo, nos indican que el piso salarial sería de S/. 1250 para el I Nivel, y consecuentemente no significaría ningún tipo de aumento remunerativo, para más del 80 % del Magisterio Nacional.
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CUADRO 1
REMUNERACIONES SEGÚN EL PROYECTO DE LEY DE REFORMA MAGISTERIAL (LRM)
(Fuente: Diario la Primera y el propio Proyecto)
NIVELES
PORCENTAJE
CANTIDAD
LOS INCORPORADOS
I NIVEL

1250
(I y II NIVEL de la Ley 24029)*
II NIVEL
10%
1375
(III,IV,V NIVEL de la Ley 24029)*
III NIVEL
25%
1560
( II NIVEL de la Ley 29062)
IV  NIVEL
40%
1750
( III NIVEL de la Ley 29062)
V NIVEL
70%
2 125
(IV NIVEL de la Ley 29062)
VI  NIVEL
100%
2 500
(V NIVEL de la ley 29062)
VII NIVEL
135 %
2875

VIII NIVEL
160 
3 250

*La mayoría de los docentes (80 %) estarían ente el I y II Nivel Magisterial. Es decir, con remuneración por debajo que fija la Ley 24029 y su modificatoria 25212, si en caso se cumpliera.

DEDUCCIONES Y CONCLUSIONES:
  1. La mayoría de los educadores se ubicarían en el I y II Nivel Magisterial. Se calcula que son el 80% del magisterio nacional. Es decir mayoría absoluta.
  2. El piso salarial es la cantidad  de S/. 1250 para el profesor de 24 horas, conforme se puede observar en el cuadro presentado (1). Con los profesores de 30 horas habría pequeña diferencia. El anteproyecto de la Ley del SUTEP, cuyo sustento es en base  a la Ley del Profesorado, propone el 60% de la UIT de piso salarial.
  3. El aumento es insignificante  o casi nada, cuando en realidad la inflación real en los hechos bordea aproximadamente el 20% desde el año 2006 a la actualidad (más de 6 años). (cuadro 4 Y 7).
  4. No supera a la Ley del Profesorado 24029 y su modificatoria 25212 en materia de remuneración, cuando plantea un conjunto de Bonificaciones como el 30% de la remuneración total por preparación de clases y evaluación.
  5. De cumplirse la Ley del Profesorado 24029 y su modificatoria 25212 con respecto al 30 % del total de la remuneración íntegra por preparación de clases y evaluación ( Art. 48º), el educador del 24 horas pedagógicas de II Nivel Magisterial, tendría la cantidad de S/. 1539.1  (cuadro 2). El educador de 30 horas tendría otro monto (5). En ese sentido el Proyecto de Ley  de Reforma Magisterial, no supera a la mencionada Ley del Profesorado.
  6. Si agregamos a la suma anterior, el aumento de remuneraciones que debe efectuarse cada cierto periodo por efectos de inflación, que en realidad bordea el 20%, para el grupo de profesores de 24 horas y II Nivel Magisterial en total sería la cantidad de S/. 307. 6, siendo en total la cantidad de S/.1 845.7 (cuadro 4). Par el grupo de profesores de 30 horas sería la cantidad de S/.2 083 (Cuadro 7).El piso salarial del PLRM está lejos. ¿Dónde está el mejoramiento?.
  7. Actualmente los educadores por estudios de Post Grado (Maestría y Doctorado), vienen percibiendo la cantidad de S/. 120 o más. Resulta que dichos docentes estarían sujetos a la disminución de sus remuneraciones, si en caso se aplicara el piso salarial propuesto por el Proyecto de Ley del Ejecutivo. Ejemplo: Un profesor que viene percibiendo un promedio de S/. 1320 (cuadro 3) con estudios de Post Grado, de incorporarse al I Nivel Magisterial del proyecto del Ejecutivo tendría S/.1250 (cuadro 1). ¿Qué les parece?. ¿Dónde están los estímulos por estudiar o capacitarse?
CUADRO 2
REMUNERACION DE UN DOCENTE CON 24 HORAS PEDAGOGICAS- II NIVEL MAGISTERIAL DE LA LEY 24029-25212, SI LA LEY SE CUMPLIERA

REMUNERACION BRUTA*
30%-Prep. De clase y Eval.**
TOTAL***
S/. 1 197
S/. 341
1 538.1
*Actualmente es la cantidad total bruta  que percibe mensualmente (con descuentos es menos).
** En el proyecto LRM incluye en la RIM. No señala porcentaje. En la práctica desaparece (Art.51)
*** Es la cantidad que actualmente debería percibir si se cumpliera el Art 48º de la Ley 24029-25212.

CUADRO 3
REMUNERACION DE UN DOCENTE CON 24 HORAS PEDAGOGICAS- II NIVEL MAGISTERIAL DE LA LEY 24029 -25212 CON ESTUDIOS POSGRADO

REMUNERACION BRUTA
30%-Prep. De clase y Eval.*
Estudios Posgrado**
TOTAL
S/. 1 197
S/. 341
120
1658.1
*Si en caso se cumpliera el Art. 48º de la Ley del profesorado 24029-25212. Lamentablemente no se cumple.
**Actualmente vienen pagando a los egresados de Maestría la cantidad de S/.120. En el proyecto LRM elimina. Señala que será pagado por única vez con Grado (Art. 57).

CUADRO 4
CON AUMENTO DE REMUNERACIONES DE UN DOCENTE CON 24 HORAS PEDAGOGICAS- II NIVEL MAGISTERIAL EN CASO SE CUMPLIERA LA LEY 24029 Y POR EFECTOS DE  INFLACION (20 %)


REMUNERACION BRUTA
30%-Prep. De clases y Eval.
Porcentaje por inflación*
TOTAL**
S/. 1 197
S/. 341
S/.307.6
 S/.1 845.7
*Es el cálculo real desde el 2006 a la actualidad (agosto del 2012).
**Es el piso salarial que debería tener un docente del II Nivel Magisterial (hoy de acuerdo al Proyecto de la LRM estaría en el I Nivel). Según ciertos anuncios y el Proyecto de Ley, el piso salarial sería la cantidad de S/1 250. No hay incremento. En cambio el Anteproyecto de Ley del SUTEP plantea como piso salarial el 60% de la Unidad Impositiva Tributaria (UIT). Actualmente la UIT es de S/.3 650.

CUADRO 5
REMUNERACION DE UN DOCENTE CON 30 HORAS PEDAGOGICAS- II NIVEL MAGISTERIAL DE LA LEY 24029-25212, SI LA LEY  SE CUMPLIERA

REMUNERACION BRUTA*
30%-Prep. De clase y Eval.**
TOTAL***
S/. 1 248
S/. 354.4
S/. 1 602.4
*Actualmente es la cantidad total bruta  que percibe mensualmente (con descuentos es menos).
** En el proyecto LRM incluye en la RIM. No señala porcentaje. En la práctica desaparece (Art.51)
*** Es la cantidad que actualmente debería percibir si se cumpliera el Art 48 de la Ley 24029-25212.

CUADRO 6
REMUNERACION DE UN DOCENTE CON 30 HORAS PEDAGOGICAS- II NIVEL MAGISTERIAL DE LA Ley 24029 CON ESTUDIOS POSGRADO

REMUNERACION BRUTA
30%-Prep. De clase y Eval.*
Estudios Posgrado**
TOTAL
S/. 1 248
S/. 354.4
S/.120
S/.1722.4
*Si en caso se cumpliera el Art. 48º de la Ley del profesorado 24029-25212.
**Actualmente vienen pagando a los egresados de Maestría la cantidad de S/.120 mensuales. El proyecto LRM elimina. Señala que será pagado por única vez con grado (Art. 57).

CUADRO 7
CON AUMENTO DE REMUNERACIONES DE UN DOCENTE CON 30 HORAS PEDAGOGICAS- II NIVEL MAGISTERIAL EN CASO SE CUMPLIERA LA LEY 24029 Y POR EFECTOS DE  INFLACION (20 %)

REMUNERACION BRUTA
30%-Prep. De clases y Eval.
Porcentaje de inflación*
TOTAL**
S/. 1 248
S/. 354.4
S/.480.72
 S/.2 083.1
*Es el cálculo real desde el 2006 a la actualidad (agosto del 2012).
**Es el piso salarial que debería tener un docente del II Nivel Magisterial ( de acuerdo al Proyecto de la LRM estaría en el I Nivel). Según ciertos anuncios y el Proyecto de Ley el piso salarial sería la cantidad de S/1 250. No hay incremento.

OTRAS PRECISIONES CON RESPECTO A LAS REMUNERACIONES QUE SEÑALA U OBVIADAS POR EL PROYECTO LRM:
1)      REMUNERACION INTEGRA MENSUAL (RIM)(Art. 51º -LRM). Se toma en cuenta los siguientes: tiempos de docencia en el aula, preparación de clases y evaluación, actividades extracurriculares, proyección social y apoyo de la institución educativa.   Como se puede acreditar, la bonificación por preparación de clases y evaluación se encuentra en la RIM, de manera general. No hay porcentaje. Se puede decir, que desaparece de un plumazo dicha bonificación.
2)      REMUNERACIONES POR NIVELES MAGISTERIALES (Art. 52º). De aplicarse el mencionado proyecto del Ejecutivo, el 70 % del profesorado de la Ley 24029 y su modificatoria 25212, estarían en el I Nivel Magisterial y el 10% (aproximadamente) en el II Nivel Magisterial (cuadro 1). Es decir la mayoría absoluta con remuneraciones sin aumento y sin reconocer la  bonificación del 30% por preparación de clases y evaluación, que  a la fecha se ha convertido en deuda social.
3)      ASIGNACIONES Y SUBSIDIOS. Con respecto a las asignaciones por tiempo de servicios (Art.54º) al cumplir 25 y 30 años, disminuye a una y dos remuneraciones, respectivamente. Las docentes mujeres no perciben a los 20 años, como está previsto en la Ley del Profesorado 24029 y 25212 (Art. 52º). También no especifica el monto de subsidio por luto y sepelio ( Art. 58º del PLRM)
4)      ESTUDIOS DE POSGRADO (Art. 57º). Al indicar que “recibirán un incentivo económico diferenciado por única vez”, cuyo requisito es haber obtenido grado académico de Maestría o Doctorado, en realidad desaparece la asignación o bonificación continua o permanente, como vienen percibiendo ahora. (cuadros   3 y 6).
5)      COMPENSACION POR TIEMPO DE SERVICIOOS (CTS). Si bien es cierto que el PLDM, señala en su Art. 60º que se otorgará el 14% de la RIM, sin  embargo consideramos  que es insuficiente y discriminador. Los integrantes de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, perciben un sueldo por cada año laborado. El anteproyecto de Ley del SUTEP, plantea un sueldo íntegro por cada año laborado ( Art. 65º).
6)      REMUNERACION PERSONAL (QUINQUENIO). En el PLDM desaparece. En el Art. 52º de la Ley del Profesorado 24029 y su modificatoria 25212, se señala que debe otorgarse el 10% de la Remuneración Básica (RB), situación que no se ha cumplido. La R.B. en la actualidad es la cantidad de 50  nuevos soles
7)      OTRAS BONIFICACIONES O ASIGNACIONES: En el Proyecto de LDM, no está incluido las gratificaciones por Fiestas Patrias, Navidad y por Escolaridad. Tampoco no está incluido la bonificación por familia. . El anteproyecto de Ley del SUTEP indica la cantidad de una remuneración íntegra ( Art. 70º)
A manera de conclusión preliminar, con la posible aplicación del ahora PLDM, en materia de política de remuneraciones tiene las mismas características que los regímenes anteriores. Siendo las siguientes: La aplicación del Programa Neoliberal dictados desde el Banco Mundial y el FMI, la política de austeridad para la trabajadores del Sector Públicos entre ellos para los educadores, la concepción de gasto y no de inversión para la Educación y finalmente la austeridad fiscal a pesar del bullicio del crecimiento económico.

MERITOCRACIA,NUEVA FORMA DE DOMINACION TRADICIONAL


La meritocracia se ha constituido en la nueva forma de ocultar y a la vez legitimar, las viejas y vetustas formas de dominio. Es simplemente el velo para ocultar la estructura de privilegios existente y retroalimentada por las propias elites.

Antiguamente, aún cuando ciertos individuos no tenían muchos talentos ni aptitudes, gracias al nepotismo institucionalizado -camuflado en derecho divino y tradición- algunos incluso llegaban a ser reyes.
Así, el poder –y sobre todo la legitimidad para ejercer autoridad sobre otros- estaba relacionado con el origen, el nacimiento, la cuna, la sangre azul y otras ficciones.
En ese proceso, la dominación carismática daba paso con la sucesión a la dominación tradicional, donde las relaciones con el soberano se determinan por la fidelidad personal, relación de linaje o clientelar(obediencia por piedad). Todo quedaba al “capricho” del líder.
Así, por el simple hecho de ser hijo o discípulo cercano de alguien, algunos se convertían en el dominus, gracias al nepotismo sustentado en ficciones.
En todos los casos, las élites y su descendencia se creían moral y éticamente legitimadas por una “cuestión natural o divina” y con ello poseedores absolutos de todo poder y privilegio. Es decir, se levantan como autoridad que merecían la obediencia del resto.
Lo anterior, aún cuando probablemente su dominio tenía su origen en la simple fuerza bruta o alguna mentira religiosa o sobrenatural o ficción mitológica.

 
DEL DERECHO DIVINO A LA MERITOCRACIA

 
La llegada de las ideas ilustradas no sólo buscaba iluminar la sociedad – sacarla del estadio teológico del que hablaba Comte- sino también poner fin al poder basado en el derecho divino y las antiguas formas de dominación tradicional heredadas de la Edad Media. No por nada, la idea de democracia moderna, sufragio universal y voluntad general surgieron como únicas y legítimas formas de poder.
Así, se pensaba que la legitimidad de los gobernantes no se debía basar en ficciones como el derecho divino o mitologías de otra índole sino en la suma de las voluntades individuales de quienes los eligieran.
Para todo lo anterior, la instrucción pública para ilustrar a todos los ciudadanos, era esencial. La llamada soberanía del poder político y sobre todo la legitimidad de los líderes, ya no dependería del origen, la sangre o las ficciones religiosas, como en las antiguas monarquías, sino de la voluntad general de los ciudadanos producto de la suma de susracionalidades.
Lo anterior, debido a la pretensión de establecer un orden institucionalimpersonal, basado en criterios racionales y técnicos, trajo consigo irremediablemente la tecnificación del sistema estatal y el surgimiento de las burocracias modernas, donde se ya no se obedecería al capricho del líder, sino que a ordenaciones objetivas, legalmente estatuidas, donde incluso se fijan los medios coactivos eventualmente admisibles y el supuesto previo de su aplicación. La forma de dominación racional-legal.
Así, surge lo que Weber denominó la lógica de la meritocracia. Es decir, el acceso al poder y la institucionalidad política gracias a cualidades personales y no debido al origen, los lazos de sangre o la cercanía con el rey. Esto implica además, la separación entre patrimonio público y privado. Ya no existiría apropiación de los cargos como en los antiguos ordenamientos, por lo que no habría cargos hereditarios.
Todo lo anterior, claramente buscaba romper con la lógica de consanguinidad que imperaba en las monarquías y otras organizacionessociales y políticas, para obtener un sentido racional del orden social en general. Además, se presumía que así se rompería con las estructuras elitistas y nepóticas que durante siglos había retroalimentado el modo de dominación tradicional.
La instrucción pública promovida por los reformadores ilustrados y liberales, buscaba ampliar el plano de competencia para el ejercicio del poder, y la “liberación mental” del pueblo, de sus antiguas cadenas basadas en el misticismo.
El ejercicio del poder ya no sería de exclusividad para los hijos de laselites, instruidos con sus tutores personales sino que para la mayoría de los ciudadanos ilustrados y que tuvieran los méritos para ello.
Ese fue en principio el espíritu ilustrado liberal que impero en principio y que rápidamente se expandió por las nacientes naciones.
No obstante, en la realidad muchas de las viejas formas de dominación continuaron ejerciéndose sin mayor alteración, e incluso imponiéndose a ese nuevo espíritu, garantizando la continuidad de los privilegios políticos y económicos de los antiguos detentadores del poder y su descendencia.
Algunos viejos miembros de las mal llamadas aristocracias monárquicas, aprovechando los privilegios ganados bajo el viejo orden, se unieron a los nuevos detentadores del poder y se convirtieron rápidamente en defensores del nuevo orden, siempre y cuando este no alterara sus viejas inmunidades.
Así, irremediablemente se produjo una nueva asociación entre liberales y los conservadores –que eran firmes partidarios de la destronada monarquía y de la aristocracia- que terminó por frenar el impulso libertario de los primeros, y que mantuvo la estructura de privilegios estatales contra la cual se luchó al derribar el antiguo régimen.
Así, rápidamente la meritocracia, y su promesa de oportunidades para todos y el fin de los privilegios, se vio pasada a llevar por las viejas -perorearticuladas- estructuras de heredadas del viejo orden, y un sistema educativo cada vez más segmentado y eficiente en cuanto a sustentar y sedimentar la desigualdad.

ABAJO LA MERITOCRACIA
Si entendemos la  meritocracia como un espacio neutral de competencia –sin privilegios previos- en torno a la ascensión social, basado sólo en el esfuerzo y las cualidades personales de cada uno ¿De qué meritocracianos hablan nuestros líderes, cuando es claro que algunos ciudadanos tienen todo los medios a su alcance, y en gran parte bajo su control gracias a su origen? 
Según la Primera Encuesta Nacional de la Primera Infancia, presentada por la JUNJI, UNESCO y UNICEF el jueves 15 de abril de 2010, en la Universidad Alberto Hurtado: “en los hogares de los quintiles de menores ingresos hay menos libros, menos juguetes didácticos, como también una menor valoración sobre la importancia de la educación parvularia”.
De qué meritocracia hablan, si un estudio de la Universidad Adolfo Ibáñezdemostró que el 71 por ciento de la elite chilena estudia en los mismos colegios y el 20 por ciento de ellos ha estudiado en el Saint George.
No hay respuesta. El discurso de la meritocracia es simplemente el velo para ocultar las viejas estructuras de dominio y privilegios,retroalimentadas por las propias elites. Es la nueva forma de dominación ¿Racional, tradicional? Veamos.

El discurso de la 
meritocracia no sólo refuerza las posiciones privilegiadassegún el origen o capital social (al darle validez a la facilidad de acceso a doctorados, estudios en el extranjero, idiomas y cargos de influencia que sólo las elites tienen) sino que camufla el carácter excluyente y no individual de éstos. Esto permite a los ya privilegiados por su origen, ampliar sus privilegios reclamando su derecho a otras dispensas, por el esfuerzo realizado.
Así, el discurso de la meritocracia, camufla la estructura de privilegios basada en el origen, que sustenta el habitus de dominio de las elites, haciéndola parecer una estructura construida a base de esfuerzo y sacrificio individual. Como los pollitos de Fra Fra.
Lo anterior, incluso sirve para desmoralizar a quienes –sin tener capital social- no logran ascender en la escala social pese a sus esfuerzos y sacrificios personales. Entonces, asumen que son excluidos por falta de méritos, y no por falta de privilegios, nexos u apellidos.
Probablemente
 esa misma percepción tuvo Michael Young en 1958, cuando siendo secretario del comité político del Partido Laborista, escribió su libro The Rise of the Meritocracy (1870-2033): An Essay onEducation and Equality. ("La ascensión de la meritocracia"), donde planteaba su visión pesimista sobre la meritocracia.
Lo cierto es que en el caso de Chile, el discurso de la meritocracia se ha convertido en el nuevo derecho divino de las elites que –y digámoslo-genealógicamente no han sufrido mayores alteraciones desde la independencia.
Esas elites, han decidido cuánto, cómo, dónde y a quiénes se educa. Y esas mismas elites son las que monopolizan el poder político y económico, y se atribuyen la facultad de reconocer o rechazar ciertos saberes o la forma de instrucción que se aplica sobre el resto de los ciudadanos.
Tal como el mismo Young, después decepcionado decía en un artículo titulado “Abajo la meritocracia”: “Con una increíble batería de certificadosy titulaciones a su disposición, el sistema educativo ha dictado aprobación para una minoría, y un suspenso para una mayoría que no consigue brillar desde el momento en que son relegados al fondo del sistema de graduación a la edad de siete años o antes”.
Por eso. De qué meritocracia hablan, si un estudio del economista JavierNuñez, del departamento de economía de la Universidad de Chile, llamado “Movilidad intergeneracional del ingreso en Chile”, fue claro en desmitificar el discurso de la meritocracia, al indicar que a igual formación, méritos académicos, los representantes de la clase alta tenían ingresos en un 35 % superior a los de otras clases sociales.
No por nada, Chile está entre los países con peor distribución del ingreso y mayor desigualdad de acuerdo a coeficiente de GINI, con una brecha desproporcionada entre el 5 % más rico y el 95 % restante.
La movilidad social, a base del mérito es nula, si se considera que si los padres pertenecen al 20% más pobre de la población, se tiene un 31% de probabilidad de permanecer en la misma condición y un 52% de estar entre el 40% más pobre.
La meritocracia es la nueva forma de dominación tradicional. 
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Tomado de paperblog en: http://es.paperblog.com/meritocracia-nueva-forma-de-dominacion-tradicional-130602/

jueves, 30 de agosto de 2012

NUEVA LEY DEL PROFESORADO:CUESTIONES PREVIAS

José Ramos Bosmediano, ex Secretario General del SUTEP (Perú)

Un nueva  Ley para los profesores del Perú se empieza a discutir a propuesta del gobierno del Presidente Ollanta Humala con la denominación Ley de Desarrollo Docente (LDD), que debe ser aprobado por el Parlamento para su promulgación, reglamentación y ejecución.  La nueva norma reemplazaría a la denominada Ley del Profesorado (LP, 24029) de 1984, modificada por la Ley 25212 en 1990; también sustituiría a la Ley de Carrera Pública Magisterial (LCPM, 29062)  promulgada por el segundo gobierno aprista  el 2007.  

La Ley de 1984 y su modificación de 1990 fue, sobre todo, el fruto de una larga lucha del magisterio organizado en su sindicato, el SUTEP, increíblemente con la oposición de los senderistas que ahora dicen luchar para defenderla (hay que reiterar su eslogan de aquellos años: “la ley no se come”). Igual ocurre con los apristas, quienes consideraban que la LP les pertenecía, pero hoy la consideran indefendible, comprometidos, como están, con el programa neoliberal de su nuevo socio político, el fujimorismo con su impronta corrupta  y todo. 

 La Ley 29062, en cambio, fue promulgada al margen de las opiniones del magisterio y su sindicato, producto de un largo proceso de imposición de la reforma educativa neoliberal, privatizadora de la  educación y con una política de desregulación del trabajo docente para, en el mediano plazo, desligar las relaciones laborales de los maestros con el gobierno central.  No es casual que los 55 mil docentes incorporados a la LCPM empiezan de cero, hablando de su tiempo de servicios, sin los derechos establecidos en la LP, sometidos a evaluaciones estandarizadas con nulo valor pedagógico.  


No se sabe aún los contenidos que finalmente tendrá la nueva Ley, pues los apristas y fujimoristas, amén de otros sectores neoliberales del desacreditado Parlamento, están dispuestos a defender todo lo que contiene la LCPM, sin ninguna concesión a los derechos reivindicativos de los maestros.  En tal escenario, preferimos establecer algunas cuestiones previas que permitan entender lo que hoy se propone desde el gobierno como nueva ley docente y qué posibilidades tienen los maestros para defender sus derechos como profesionales y trabajadores de la educación.

La cuestión del nombre de la Ley

Tengo la certeza de que los autores del Proyecto  han querido distanciarse de las leyes que pretenden derogar y han elegido una denominación que contiene los dos aspectos  que comprende ser maestro: el de agente principal de la educación, formador en las aulas y  responsable principal del proceso enseñanza-aprendizaje; y el de sujeto de derechos como trabajador de la enseñanza.  Según estos criterios la denominación (LDD) sería pertinente, pero observando que no se aleja de la concepción neoliberal que contiene la LCPM.

Y no es que en las dos leyes en cuestión falten los dos aspectos, pero en la  LCPM, con el pretexto de la evaluación, prácticamente se elimina el aspecto de los derechos con un enfoque individualista de la tan mentada meritocracia en tanto “los mejores maestros” llegarían a los últimos niveles del escalafón, consecuentemente a percibir salarios “envidiables” para “los peores  maestros”, con la consecuencia inevitable de que la mayoría de  niños y adolescentes estarían condenados a tener maestros supuestamente ineficientes. En el fondo de este enfoque de la carrera docente está el objetivo de elitizarla para, (1) concentrar el gasto salarial en un grupo pequeño, ahorrando recursos fiscales; (2) dividir a los maestros para debilitar su organización sindical dando paso a un nuevo sindicato de magísteres y doctores en educación, requisitos para acceder a los niveles IV y V. Con esta visión, en el supuesto negado de que sea sincera, nunca se podría mejorar, por lo menos, el destartalado sistema educativo peruano, pues con un grupo mayoritario de maestros mal pagados y considerados “comechados”, burros” e “ineficientes”, seguiríamos en la misma ruta de la crisis de la educación. Pero como todos los gobernantes del Perú actual, desde alcaldes hasta parlamentarios, magistrados del Poder Judicial, burócratas adecuadamente remunerados, empresarios, amén de empleados privados con cierta holgura salarial, no tienen el menor interés de defender la escuela pública, salvo como pose electoral, ni les interesa el destino de los maestros de esa “escuela de los pobres”, pues  el ascenso social de sus vástagos está hoy en la educación privada  que les seguirá asegurando formar parte del puñado de privilegiados.

Si con el nombre de la nueva Ley que se pretende aprobar muy pronto se logra alejarse de la visión neoliberal de la carrera pública magisterial, se podría contribuir, por lo menos en algo, a superar una parte del problema de la educación peruana, que no es, centralmente, el desempeño  docente. 

La cuestión del papel de los maestros en la crisis de la educación

Es decir, de la Ley que establece sus derechos y obligaciones.  En los tiempos que corren   desde la imposición de la reforma educativa neoliberal, hace ya 20 años, se ha vuelto un lugar común para “expertos” e ignorantes en teoría educativa que el culpable de la crisis de la educación en el Perú es el magisterio de la escuela pública.  Este discurso se viene repitiendo y está en la base de toda la argumentación que propicia la evaluación estandarizada de los maestros para “seleccionar a los mejores”. El Banco Mundial ha promovido esta visión en todos los países latinoamericanos a partir de la desastrosa experiencia chilena que está exhibiendo hoy el fracaso de la reforma neoliberal, donde los únicos que no han fracasado son los dueños de la educación privada subvencionada por el Estado chileno, con altas tasas de ganancias y resultados de mayores desigualdades educativas, reforma que va atada al programa económico neoliberal de los “Chicago Boys”.  Los reformadores y evaluadores neoliberales pueden sorprender con su mediocre teoría a los que desconocen los procesos de reforma que, bajo esos parámetros, se han producido en Colombia, Honduras, México, la Nicaragua bajo el neoliberalismo de los 90 del siglo XX, Bolivia de Sánchez de Lozada, etc., experiencias analizadas, con algún optimismo, por el profesor José Rivero en un libro singular escrito en aquella dácada.

Lo que están defendiendo apristas y fujimoristas es la idea de que no importa el salario de un maestro para que su trabajo sea eficiente ya que logrará  ser mejor remunerado cuando haya demostrado ser “el mejor”; mientras tanto, unos 25 años en el mejor de los casos, que siga enseñando y dedicándose al mismo tiempo, para sobrevivir, a otras actividades: taxista, cantinero,  profesor en escuelas privadas en uno de los turnos, jornalero en las plantaciones de la burguesía agraria de la costa, vendedor ambulante, ente otras actividades, de las cuales, entre las profesoras, sobresale la venta de los productos de UNIQUE, actividad que les demanda el precioso tiempo de no menos de 3 horas al día.  

El papel del maestro en un sistema educativo es fundamental en el proceso enseñanza-aprendizaje, pero no va más allá de las condiciones sociales que influyen en la escuela, sus propias condiciones de existencia material y espiritual.  Su preparación profesional, su vocación forjada a lo largo de esa preparación y del ejercicio mismo de la docencia, su mística como forjador de nuevas generaciones: todo tiene sus límites si la sociedad, a través del Estado, desatiende sus necesidades materiales y espirituales.  Para los neoliberales esta visión carece de valor, pues, para ellos, cuanto menos se gasta en la escuela pública más espacio se abre para la expansión de la educación privada.  Los apristas se han convertido en los más entusiastas gestores de la visión neoliberal de la educación con el negocio redondo de la Universidad Privada San Martín de Porres bajo la rectoría del ingeniero industrial  José Antonio Chang, donde regentan una “Escuela de Gobernabilidad” bajo la batuta del señor Alan García Pérez, cuyos dos gobiernos son objeto de sendos juicios por corrupción, con indicios y hasta pruebas, lo que significa que su “escuela” es un modelo de lo que no se debe hacer en educación ni en gobernabilidad.

La cuestión del papel del sindicato magisterial

La  Resolución Relativa a los Maestros que la UNESCO  aprobó el 5  de octubre de 1966 establece que los estados tienen la obligación de tener en cuenta las opiniones de los enseñantes o maestros sobre políticas educativas.  El Perú es firmante de esa Resolución, que además establece la obligación de reconocer los derechos laborales y profesionales de los docentes, incluyendo el derecho a la sindicalización. 

Si hay una organización que se ha preocupado permanentemente por el derecho a la educación pública gratuita e integral de todos los peruanos, de la igualdad de oportunidades para todos, de los derechos de los maestros como profesionales y como trabajadores, ha sido el sindicato, el SUTEP, fundado en 1972.  Su crecimiento y consolidación como sindicato único se explica por esa consecuencia en la lucha, incluso unida a la resistencia contra todo tipo de dictaduras (uno de los ministros del segundo gobierno del ex Presidente Fernando Belaúnde Terry llegó a decir que durante la dictadura militar de 1968-1980 el SUTEP había salvado la dignidad nacional), mientras los grupos políticos que se unen hoy para combatir al sindicato y oponerse a participar en el proceso de evaluación de los maestros, se coludieron con esas dictaduras y, como es el caso del APRA, asumieron el programa neoliberal de una de las dictaduras más sucias de la historia republicana del Perú: el programa del fujimorismo.
Apristas y fujimoristas tienen doble razón para defender su sacrosanta LCPM, incluso para conservar el mismo nombre en la futura Ley.  La principal, mantener los contendidos individualistas de la meritocracia y su evaluación estandarizada, elitistas, de la profesión docente.  La segunda, políticamente necesaria para ellos, presionar y chantajear al gobernó para  propiciar, por el lado del fujimorismo, medidas judiciales favorables a la mafia en cárcel, aprovechando la ventana abierta por el magistrado fujimorista Javier Villa Stein. Por el lado de los apristas, el chantaje para frenar la investigación que pesa sobre su segundo gobierno por corrupción, pero también por el juicio contra el grupo criminal Rodrigo Franco de su primer gobierno.

El intento actual de promulgar una nueva Ley Docente no se da al margen de la lucha  del sindicato de maestros, el SUTEP.  Sin su lucha contra ese engendro antipedagógico, antimagisterial y antisindical, la LCPM 2007, no estaríamos en esta etapa de nueva formulación.  La persistencia de los sutepistas para traerla abajo no puede ser desconocida por nadie;  y los apristas y fujimoristas, amén de todos los neoliberales que defienden la privatización de la educación y la situación de pauperización de los maestros de la escuela pública., lo saben perfectamente.  El propio Presidente Humala tuvo que ofrecer restituir los derechos de los docentes para obtener el apoyo de ese sector de trabajadores estatales.

El sindicato, aún con la nefasta presencia del senderismo y su plan divisionista, y de un sector de maestros que siempre han demostrado su indiferencia, cuando no su oposición al SUTEP, seguirá cumpliendo su papel como factor de la lucha por sus derechos magisteriales y por una nueva educación en el Perú, sobre todo por defender la dignidad de los maestros, vistos por los poderosos y sus operadores como “maestritos” que solo tienen derecho a un salario de hambre, casi a ser mendigos y sujetos a las acusaciones más arbitrarias en materia educativa.

Si los “ilustres” legisladores logran aislar al SUTEP de los procesos de evaluación docente y, acaso también, hasta de las comisiones de trabajo administrativo, ello no será una decisión que perjudique principalmente al sindicato, sino a la propia educación, pues la plaga de la corrupción en los organismos intermedios del Ministerio de Educación y de los gobiernos regionales tendrá carta libre para mantenerse y acrecentarse.  Me consta, como ex dirigente del SUTEP, que el sindicato ha tenido un rol de primer orden en la fiscalización de las evaluaciones, procesos administrativos y de  contratos, incluso en las direcciones de escuela, lo que me recuerda que mi subrogación (al lado de otros maestros en Alto Amazonas, Loreto) de 1976 tuvo como motivo “castigarme” por denunciar irregularidades en un colegio, mientras que los juzgadores y cómplices  fueron premiados con cargos de confianza.

Los neoliberales creen que aislando al SUTEP resolverán el problema de la enseñanza, o destruirán al sindicato.  Pero su posición, además de ser antidemocrática, al quitar responsabilidad a los maestros de la marcha de la administración de la educación, no sustraerá al gremio la libertad de  fiscalizar los procesos administrativos, sin necesidad  de tener responsabilidad alguna en ellos.   Por el sistema de corrupción imperante en el Perú,  la decisión neoliberal sobre la no participación del SUTEP en la evaluación de los maestros tendrá efectos contraproducentes para los supuestos objetivos moralizadores de los apristas y fujimoristas, quienes, en el colmo de la ignorancia,  dicen  pretender evitar que “el gato sea el despensero”, como ellos lo han sido en el manejo del Estado.

Debe quedar claro que el SUTEP tiene todo el derecho de ser considerado como parte en los procesos administrativos y las comisiones correspondientes.  Que el Estado no considere esa posibilidad es de su absoluta responsabilidad por las consecuencias que esa decisión traería.

La cuestión de los derechos docentes

Según la lectura del primer proyecto de la LDD hay un conjunto de derechos magisteriales recogidos de la LP, aun cuando no se fija bien el derecho a la estabilidad laboral, fundamental  para  los maestros y para todo trabajador, derecho tan venido a menos en el Perú neoliberal que vivimos, en aras de la “productividad” y la “competitividad”, cuando no de la “calidad del servicio”.

Los docentes de la escuela privada están fuera del alcance de la futura Ley, prueba de que esta no  está  lejos a de la concepción neoliberal de mantener la división del sistema educativo que prioriza la privatización de la enseñanza.  Este enfoque es congruente con el origen social, político  y educativo de los coautores de la Ley,  desde el Presidente de la República cuyas hijas estudian en la escuela privada, hasta los propios conductores del Ministerio de Educación cuyas concepciones pedagógicas son afines a las del Consorcio de Educadores Católicos, promotores de gran parte de la educación privada.  En un marco de concepciones privatizadoras de la educación cualquier reforma  que pueda disminuir el peso de lo privado es, simplemente, imposible.  Las buenas intenciones y hasta las expresiones de “compromiso con los pobres” carecen de importancia para dignificar a los maestros y crear las condiciones necesarias para el ejercicio pleno de la función docente.

La cuestión del “qué hacer” frente a la nueva Ley

El hecho mismo de una nueva Ley Magisterial constituye una derrota política al proyecto aprista-fujimorista que buscó  dividir a  los maestros (“excelentes” / “mediocres”) y al sindicato creando una “elite”  mejor remunerada  por igual trabajo, hecho contrario al principio laboral universal de “igual remuneración por igual trabajo”, lo que solo puede variar con el tiempo se servicios y el acceso en la escala de carrera profesional.  

 Es evidente que la derrota fuji-aprista es, en gran parte, una victoria del SUTEP Y de la gran mayoría de los maestros que, con la sabiduría acumulada en 40 años de lucha por sus derechos, rechazaron la política magisterial de esencia neoliberal., pese a la exuberante propaganda desplegada por el gobierno aprista usando a supuestos maestros que coreaban las “bondades” de la LCPM en la TV y en las emisoras radiales.  Es casi unánime el positivo criterio de la unificación del magisterio peruano en un solo sistema laboral, necesidad no solamente magisterial, sino educativa.

La nueva ley Magisterial rescata parte de los derechos establecidos en la LP, aunque sin ser especificadas en términos económicos y de financiación.
La presencia de la “meritocracia” como concepción fundamental es parte de la visón neoliberal del gobierno actual y de los coautores del Proyecto, lo que con toda seguridad será refrendada por los congresistas, pues gran parte de ellos son los mismos que dieron su aprobación a la LCPM del gobierno aprista; y casi todos carecen de la capacidad cultural suficiente como para discutir el problema de la educación nacional con criterios plausibles.  La  concepción meritocrática pretende ser llevada a toda la administración pública y será una fuente permanente de contradicciones entre los trabajadores y no necesariamente factor de eficiencia en el manejo del Estado. 

El Proyecto de LDD mantiene el sistema de los contratos para el ejercicio de la docencia durante todo el año lectivo.  Los contratos para cubrir licencias o para cubrir horas excedentes son razonables y siempre han existido; pero seguir manteniendo a miles de docentes en contratados no contribuye a mejorar el rendimiento docente ni dar continuidad al proceso enseñanza aprendizaje en las escuelas.  
 El nuevo proyecto introduce el cuestionable criterio de medir la eficiencia docente según el  resultado de los aprendizajes con mediciones que traspasan la evaluación de los maestros en el aula, cuya labor evaluadora quedará sencillamente desautorizada, aprendizajes que “deben producirse” al margen de las condiciones de existencia de los estudiantes, del estado físico de las escuelas y sus carencias pedagógicas que escapan a las posibilidades de los propios maestros.  En este procedimiento también está la teoría productivista traída a la educación desde las empresas de la producción material.

En las condiciones actuales del magisterio peruano, principalmente del SUTEP, queda la posibilidad y necesidad de analizar adecuadamente los alcances de la futura LDD según  el Proyecto de Ley entregado al Parlamento por el sindicato, que recoge  y actualiza lo establecido en la LP, y exigir que la representación sindical sea tenida en cuenta.  De ser negada esta posibilidad, el SUTEP tiene todo el derecho de expresarse públicamente y mantener su lucha reivindicativa.  Por lo demás,  la nueva Ley no reivindicará plenamente a los maestros peruanos, principalmente por los ingredientes neoliberales que mantiene.  Considerarla un paso importante no puede hacer ocultar sus limitaciones.  Esto lleva a preparar las fuerzas para seguir exigiendo las reivindicaciones no consideradas, incluyendo la lucha por un presupuesto adecuado para la educación, la consideración de los maestros de la educación privada y de los cesantes y jubilados, ambos sectores ausentes en la futura Ley.

Solo un análisis integral del Proyecto de LDD y de la Ley aprobada, con la evaluación de las posibilidades reales del sindicato, se podrá orientar a los maestros para proseguir la lucha por sus justas reivindicaciones y por la defensa de la educación pública gratuita, universal e integral, aspectos indesligables para los maestros.  

Ex ministros, ex funcionarios de la burocracia administrativa del Ministerio de Educación y “expertos” que nunca se han opuesto a la reforma educativa neoliberal y su política magisterial, se esmeran hoy en ofrecer sus aportes, sus  críticas y hasta su aprobación al contenido de la futura Ley.  Nada hicieron por cambiar el armatoste neoliberal en educación, más bien se convirtieron en soportes burocráticos de lo hecho por el fujimorismo y de su prolongación programática actual. 

El erróneo mensaje que hoy circula desde el gobierno, desde los “expertos” y desde los medios de comunicación es que con la nueva Ley Docente los maestros aseguran la superación de la crisis de la educación peruana.  Mensaje confunde reforma educativa con nuevas condiciones de trabajo para los docentes.  Una Ley Docente,  más justa que sea, carece de la fuerza suficiente para transformar el sistema educativo en crisis.  Esa transformación dependerá de una reforma educacional de fondo.  Es la batalla más grande que deben dar los maestros. 

La unidad de los maestros, ahora mejor condicionada en torno a un solo sistema laboral, es la tarea central organizativa, especialmente en el sector de los maestros  jóvenes que, en las últimas dos décadas, han sido formados con criterios pedagógicos neoliberales e individualistas.

El escollo más difícil de salvar es la división construida por el senderismo con un movimiento centrífugo aprovechando las justas aspiraciones de un sector radicalizado de maestros del sur del país.  En el fondo es un movimiento economicista utilizado por el senderismo para sus fines políticos: ensanchar su influencia para exigir la liberación de sus líderes, por un lado, y apoderarse de la dirección del SUTEP,  por otro.   En su movimiento huelguístico se une el anarquismo más irresponsable con el economicismo de las masas magisteriales descontentas que no ven el problema de conjunto.  A los fujimoristas y a los apristas les favorece este movimiento, pues ellos también quisieran de todo se convierta en nebulosa para ocultar sus trapacerías.  Como dijo Robespierre cuando deslindaba contra los “radicales” que pregonaban la guerra y los moderados girondinos que buscaban la salvación del Rey Luis XVI, “ambos polos se juntan”, en este caso los senderistas y los fuji-apristas para destruir el SUTEP.
Lima, agosto 11 del 2012