viernes, 23 de noviembre de 2012

AUTOCRITICA: HAY QUE MOSTRAR LOS PUÑOS. LA MAS GRANDE UNIDAD PARA LUCHAR EN EL NUEVO ESCENARIO LA DERROTA DE LA LEY DE REFORMA MAGISTERIAL


ELIAS ROJAS PAREDES
La huelga de los maestros tuvo como corolario la derrota.  Esta situación abrió un nuevo contexto, una nueva etapa en la lucha.  Es evidente que la correlación de fuerzas favorecen a los enemigos del magisterio.  Es un contexto bastante complicado, no solo hay que parar la ofensiva del ministro de economía  (BM y FMI), sino además recuperar la confianza de los maestros.  Que asuman que hay que luchar.
La aprobación del Proyecto de ley de Reforma Magisterial por parte de la Comisión de Educación del Parlamento, se convierte en el centro, en el eje, donde se concentra la ofensiva por parte de Castilla, que ha obligado a la Comisión de educación a mantener el proyecto, con modificaciones cosméticas.  Desde el otro lado es la oportunidad de iniciar el camino de la lucha, de masas y organizada.  Donde la legitimidad y confianza juegan un rol de primer orden en el camino del fortalecimiento y de la unidad.
1.       La unidad: la madre de todas las victorias
Durante estos días he conversado con muchos maestros.  He escuchado intervenciones en los medios radiales.  Una cosa queda clara, dentro de los muchos factores de la derrota, es la división la que ha permitido que el gobierno pase a  la ofensiva.
Tal cierto es ello que cuando se reúne la bancada nacionalista con el Primer Ministro Jimenez Mayor, una parte importante de ellos le exigen que solucione la huelga de los Maestros, el responde: “la huelga esta solucionada por el lado del CONARE”. Sea  que el CONARE ha negociado o sea como tontos útiles, la verdad que la máxima romana de “divide y reinaras” ha funcionado a la perfección.
Pero la unidad debe ser integral, debe significar no solo la existencia de un solo sindicato, de una sola plataforma, pero además el convencimiento de que “los trapitos se lavan en casa”. Es obvio que la estrategia partidaria de posicionamiento esta colisionando con los intereses reivindicativos de los maestros. De allí que parezca una lucha de capillas.  Entonces la unidad tiene que partir necesariamente de estos intereses reivindicativos.  Lo que implica recoger lo que piensa el maestro y convertirlo en propuesta.  Esto es escuchar, esa es la clave.  Los vanguardismos no hacen ello, piensan que todo lo saben.
Ahora, la unidad no es un romance, es todo lo contrario, es decir es lucha.  Ello implica poner por delante los intereses de los maestros, tener una sola plataforma y tener mecanismos institucionales que preserven y fortalezcan la unidad.  Es en estos donde se encuentra el camino.  Lo que pasa en el magisterio de Arequipa y de Puno debe llevar a la reflexión.  Esto es paradigmático, en ambos casos los maestros han adoptado medidas que van en contra de las capillas revolucionaristas, marcado distancia de la utilización y poniendo en su lugar el aprovechamiento logrero.

2.       La legitimidad es la base de la confianza
Como toda derrota lo primero que se pierde es la confianza de las bases.  Ello deteriora la legitimidad de la dirigencia.  Trabajar por recuperar la confianza se convierte en el elemento central del fortalecimiento sindical.  Pero, ello requiere dirección, requiere ponerse en otro nivel.  Es decir, asumir la virtualidad de la derrota para ingresar en el terreno de fortalecimiento institucional, de renovación y de ponerse a la cabeza del proceso.  El CEN debe asumir esta responsabilidad.  Debe ser la dirección del fortalecimiento institucional y de la renovación en la conducción. 
El fortalecimiento institucional no solo debe significar el funcionamiento del Estatuto, debe ser la recuperación de la tradición democrática del sindicato, retomar las fuentes.  Es decir el nacimiento del sindicato fue el parto de la Unidad, con ello se genero un mecanismo de legitimidad que parte del voto del maestro.  Si bien los mecanismos indirectos son también validos y democráticos, estos se han pervertido por un manejo burocrático y ajeno a los intereses de los maestros.  Por ello el mecanismo de el voto directo debe ser el mecanismo de la legitimidad, junto a ello la unidad será el resultado  ineludible. 
Esta debe ser la norma en las bases, que debe llevar a mejorar la relación dirigente-dirigidos, organización de las bases-dirigencia, intereses de las bases-propuesta de elección de dirigentes.  Es obvio que estos son temas más de largo plazo, pero hay que sentar las bases hoy.
Junto a ello la renovación.  Esto no es solo un proceso de cambio de dirigentes.  Si lo vemos así entonces la renovación es incidir en la politización (ojo no confundir con la partidarización), esto es asumir que hay que luchar, enfrentado la reideologización y la repolitización desde la perspectiva neoliberal del maestro.  Trabajar para que el maestro sea líder, lo que implica una solida dignidad y una elevada autoestima.  Finalmente fortalecer su compromiso con el pueblo a partir de defender la escuela pública, mejorar su calidad como una forma de enfrentarse a la perpetuación de la desigualdad social.  Persistir en una educación de los hijos del pueblo para la movilidad social.   La renovación debe ser la victoria del sindicalismo clasista.
Visto así las cosas legitimar y religitimar las dirigencias intermedias se convierten en el eslabón clave.  Por ello el CEN debe conducir el proceso.  La convocatoria a elecciones en las bases debe permitir dotarse de una dirigencia intermedia que tenga la confianza de las bases, única y unitaria.  Esto debe ayudar a enfrentar en mejores condiciones la ofensiva del gobierno y sus aliados.
3.       Marchar unidos, no quedarse en la coyuntura
La lucha que tiene el magisterio es de largo aliento.  No se acaba en los vericuetos del parlamento.  Si se piensa en esos términos solo se reafirma la derrota.  Hoy los enemigos están a la ofensiva y los ejércitos magisteriales se encuentran debilitados.  Por ello la elección de las formas de lucha tiene la finalidad de recuperar la confianza, acumular fuerzas.  La lucha legal escribe en esa orientación.  Son buenas si se encuentran en dentro de un plan estratégico, si se carece de ello se reduce a  la coyuntura, y ello significa derrota.
La verdad es que poco se puede hacer para evitar la aprobación de la ley de Reforma Magisterial.  Ellos tienen la fuerza y los votos. Por lo tanto hay que proponerse derrotar esta nefasta norma y plantearse una nueva.  Lograr esa victoria solo es posible si se prepara el escenario de la lucha.
La vía legal con toda la importancia que reviste, se encuentra bastante limitada.  Ello tiene que ver con que el Tribunal Constitucional se ha convertido en un apéndice del poder, actúa en función del programa neoliberal.  Por lo menos las últimas sentencias así lo demuestran.  Cifrar todo a ello es un error.  La denuncia de inconstitucionalidad en ese contexto puede terminar legitimando una norma que nace con el repudio de los maestros.
Por ello hay que llegar armados al 2013.  La convocatoria al paro nacional y/o jornada nacional de lucha tiene el respaldo de los maestros.  Estos quieren parar.  Saben que no van a detener la aprobación, pero que  van a mostrar los puños, de un magisterio que está dispuesto a luchar, que no quiere ser avasallado.  Esa es la virtud de la lucha: mostrar los puños.  No es el escenario para entrar al enfrentamiento, eso quisieran los enemigos del magisterio.  Lo que se tiene que hacer es preparar ese escenario.
Para ello se debe hacer por lo menos tres cosas:
a)      Unidad y legitimidad.  Esto debe traducirse en un solo sindicato, una sola plataforma y una dirigencia legitimada.  Por tanto debe resolverse la unidad vía elecciones.  Concentrase en las jurisdicciones de provincia.
b)      Con el arma de la democracia.  La lucha social en los últimos años han introducido la consulta como forma de derrotar las ambiciones de las empresas mineras.  Esta es un arma mortal.  Por ello el magisterio debe proponerse un referéndum de su propia iniciativa legal.  El magisterio puede lograr reunir 3’000,000 de firmas, solo entregando un planillón por profesor.  Si hay organización y convicción esto se logra en el más breve plazo.  Debo decir que es una propuesta de base y parte de una situación favorable en la medida que hay indignación y rechazo del magisterio a la ley de reforma magisterial.
c)       Preparar la huelga.  El 2013 debe significar la realización de la huelga.  Ya con los ejércitos unificados, convencidos de la victoria.
Finalmente, no pretendo dar consejos, ni directivas, mucho menos orientaciones.  Solo he pretendido sistematizar las conversaciones con maestros.  Los pongo a la mesa como insumo.  Si hay debate bienvenido.  Lo único que espero es que no se enojen y que el subjetivismo los reduzca a lo interno.  Son pues internistas.

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