Durante esto últimos años, he leído muchas portadas de periódico en contra de evaluar a los estudiantes. Las personas que defienden esta postura argumentan que los exámenes nunca han elevado los estándares de la educación y que incluso restringen el potencial de los alumnos. Ahora bien, ¿qué dice la evidencia sobre el papel de la evaluación en el aprendizaje?
Tradicionalmente, las evaluaciones se han concebido como herramientas para medir el dominio que tienen los estudiantes de una materia y para asignar calificaciones. Sin embargo, la investigación muestra que la evaluación es además un instrumento eficaz para retener y consolidar el aprendizaje (Rohrer & Pashler, 2010). Concretamente, numerosos estudios muestran que combinar sesiones de estudio con sesiones de evaluación es más efectivo que invertir la misma cantidad de tiempo únicamente en revisar o releer el material aprendido (Allen, Mahler, & Estes, 1969; Cull, 2000; McDaniel, Roediger, & McDermott, 2007; Roediger & Karpicke, 2006a), incluso en la ausencia de feedback o de sesiones de estudio adicionales (Cull, 2000; Wheeler & Roediger, 1992). Más aún, la evaluación combinada con sesiones de estudio no sólo consolida el aprendizaje sino que retrasa el olvido de lo aprendido (Carpenter, Pashler, Wixted, & Vul, 2008; Roediger & Karpicke, 2006b). A este fenómeno de mejora del aprendizaje a través de la evaluación se le conoce bajo el nombre de “efecto del test”, en inglés “testing effect” (Roediger & Karpicke, 2006a). Los beneficios de evaluar frente a repasar no se explican por la exposición repetida a la materia sino por los procesos implicados en la recuperación de información. Prueba de ello es que la superioridad que tiene hacer un examen frente a dedicar la misma cantidad de tiempo a repasar el material se mantiene incluso cuando el resultado del examen no es muy bueno (Carpenter & DeLosh, 2006).
En relación a cuál es la mejor forma de hacer la evaluación, los estudios señalan que las tareas que demandan al alumno recordar lo que ha aprendido son más eficaces que las tareas de selección múltiple en las que éste únicamente ha de señalar la respuesta correcta (Bjork & Whitten, 1974; Kang, McDermott, & Roediger, 2007). A su vez, para ser efectiva, la evaluación debe obligar al alumno a recuperar información almacenada en la memoria a largo plazo más que en la de corto plazo y, para ello, los exámenes deben estar distribuidos en sesiones separadas y no concentrados en un único espacio de tiempo (Carpenter & DeLosh, 2005; Cull, 2000).
Los beneficios de la evaluación en el aprendizaje se han demostrado con alumnos de diferentes edades, en asignaturas tan dispares como ciencia o historia (Carpenter, Pashler & Cepeda, 2009; McDaniel, Anderson, Derbish, & Morrisette, 2007), con materiales diversos como imágenes, hechos o fragmentos de texto (Glover, 1989; McDaniel & Fisher, 1991; Wheeler & Roediger, 1992) y no sólo en contextos artificiales sino también dentro de aulas reales (Butler & Roediger, 2007; McDaniel y cols., 2007).
A modo de resumen, existe abundante evidencia que demuestra que la evaluación más sencilla, como es pedir a un estudiante que trate de recordar todo lo que ha aprendido sobre un tema, es más eficaz que la mayoría de técnicas de estudio utilizadas habitualmente, como por ejemplo hacer repasos. Junto con el papel que pueden jugar en la evaluación del aprendizaje, los exámenes son un motor fundamental del mismo. Por tanto, quienes defienden eliminar totalmente los exámenes se equivocan. Para terminar, humildemente creo que hay una posición intermedia entre ser un defensor acérrimo de los “exámenes con nota en rojo” a todas horas y serlo de no evaluar el conocimiento de los estudiantes bajo ningún concepto.
Referencias
Allen, G. A., Mahler, W. A., & Estes, W. K. (1969). Effects of recall test son long-term retention of paired associates. Journal of Verbal Learning and Verbal Behavior, 8, 463-470.
Bjork, R. A., & Whitten, W. B. (1974). Recency sensitive retrieval processes in long-term free recall. Cognitive Psychology, 6, 173-189.
Butler, A. C., & Roediger, H. L. (2007). Testing improves long-term retention in a simulated classroom setting. European Journal of Cognitive Psychology, 19, 514–527.
Carpenter, S. K., & DeLosh, E. L. (2006). Impoverished cue support enhances subsequent retention: Support for the elaborative retrieval explanation of the testing effect. Memory & Cognition, 34, 268-276.
Carpenter, S. K., & DeLosh, E. L. (2005). Application of the testing and spacing effects to name learning. Applied Cognitive Psychology, 19, 619-636.
Carpenter, S. K., Pashler, H., & Cepeda, N. J. (2009). Using tests to enhance 8th grade students’ retention of U. S. history facts. Applied Cognitive Psychology, 23, 760–771.
Carpenter, S., Pashler, H., Wixted, J., & Vul, E. (2008). The effects of tests on learning and forgetting. Memory and Cognition, 36, 438–448.
Cull, W. L. (2000). Untangling the benefits of multiple study opportunities and repeated testing for cued recall. Applied Cognitive Psychology, 14, 215–235.
Glover, J. A. (1989). The ‘testing’ phenomenon: not gone but nearly forgotten. Journal of Educational Psychology, 81, 392–399.
Kang, S. H. K., McDermott, K. B., & Roediger, H. L. (2007). Test format and corrective feedback modify the effect of testing on long-term retention. European Journal of Cognitive Psychology, 19, 528-558.
McDaniel, M. A., Anderson, J. L., Derbish, M. H., & Morrisette, N. (2007). Testing the testing effect in the classroom. European Journal of Cognitive Psychology, 19, 494–513.
McDaniel, M. A., & Fisher, R. P. (1991). Tests and test feedback as learning sources. Contemporary Educational Psychology, 16, 192–201.
McDaniel, M. A., Roediger, H. L., & McDermott, K. B. (2007). Generalizing test-enhanced learning from the laboratory to the classroom. Psychonomic Bulletin & Review, 14, 200-206.
Roediger, H. L., & Karpicke, J. D. (2006a). The power of testing memory: Basic research and implications for educational practice. Perspectives on Psychological Science, 1, 181–210.
Roediger, H. L., & Karpicke, J. D. (2006b). Test-enhanced learning: Taking memory tests improves long-term retention. Psychological Science, 17, 249–255.
Rohrer D., & Pashler, H. (2010). Recent research in human learning challenges conventional instructional strategies. Educational Research, 39, 406-412.
Wheeler, M. A., & Roediger, H. L. (1992). Disparate effects of repeated testing: Reconciling Ballard´s (1913) and Bartlett´s (1932) results. Psychological Science, 3, 240-245.
FUENTE: https://situsupierass.wordpress.com/2016/06/22/el-papel-de-la-evaluacion-en-el-aprendizaje/
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