Por: Cubaeduca
¿Día de la Raza? Curioso el eufemismo con el cuál se recuerda el encuentro de la cultura originaria de este continente con la de los expoliadores españoles que por azar dieron con estas tierras.
Y si bien el encuentro significó un giro en el devenir histórico de la sociedad europea y de la historia, así como de las ciencias; inició uno de los genocidios más largos de la humanidad: el de los pueblos autóctonos.
Las consecuencias de este encuentro fueron dramáticas para los nativos americanos, significó la muerte de millones de personas, guerras, esclavitud, enfermedades y la desaparición de culturas.
Cada 12 de octubre se festeja el mal llamado descubrimiento de América y desde 1913 el Día de la Raza. Durante las festividades se acostumbra depositar ofrendas florales a los monumentos erigidos a Cristóbal Colón. Pero, ¿quién rinde honores a los pueblos americanos, a esos caciques que con armas precarias lucharon ferozmente contra la codicia del invasor?
Nuestros “indios” fueron el combustible del sistema productivo colonialista español. Tras los ostentosos palacetes, lujos y títulos nobiliarios yacieron más de 50 millones de amerindios.
José Martí escribiría en su discurso pronunciado en la Sociedad Literaria Hispanoamericana de Nueva York, el 19 de diciembre de 1889: “De cantos tenía sus caminos el indio libre, y después del español no había más caminos que el que abría la vaca husmeando el pasto, o el indio que iba llorando en su treno la angustia de que se hubiesen vuelto hombres los lobos. Lo que come el encomendero, el indio lo trabaja; como flores que se quedan sin aroma, caen muertos los indios; con los indios que mueren se ciegan las minas. De los recortes de las casullas se hace rico un sacristán”.
El investigador estadounidense H. F. Dobyns ha calculado que el 95 % de la población total de América murió en los primeros 130 años después de la llegada de Colón. Por su parte, Cook y Borah, de la Universidad de Berkeley, establecieron luego de décadas de investigación, que la población de México disminuyó de 25,2 millones en 1518 a 700 mil personas en 1623, menos del 3 % de la población original.
México recién recuperaría la población que poseía en el siglo XV, en los años 1960.
El “Día de la Raza” o del “Descubrimiento” debe ser de luto, de culto en honor a esos cientos de culturas que estuvieron aquí antes que los europeos. Para esos que ahora vagan por las tierras de América, ocultos entre las selvas y por la sociedad, cuando realmente eran y son los verdaderos dueños del continente. Herederos de una sabiduría ancestral que no llegó a su cúspide porque dioses de armaduras y sables quemaron y arrasaron con todo lo que ellos construyeron para entender al mundo.
FUENTE:
http://www.cubaeduca.cu/index.php?option=com_content&view=article&id=16467915:el-luto-de-nuestros-pueblos&catid=99:titulares&Itemid=238
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