martes, 22 de septiembre de 2015

SUTE XVI EDUCANDO TAMBIÉN ESTA LUCHANDO(COMO PARTE DE LA LUCHA IDEOLOGICA)


José Barletti

En el quehacer histórico hay dos tareas de primera importancia. Una, la primera, es afinar el relato y la otra es explicar lo que sucedió.

Hace pocos días se ha presentado en Iquitos la reedición de la novela histórica escrita por Pablo Carmelo Montalván, quien vivió los acontecimientos y por eso escribe con el corazón en la mano. Esta obra ayuda a afinar el relato.

En la historia de los pueblos siempre existe el riesgo de congelar los acontecimientos, descolgándolos de su contexto, de lo que aconteció antes y de lo que tuvo lugar después.

Es el contexto lo que permite explicar el acontecimiento, responder a la pregunta de por qué se produjo el acontecimiento. En la construcción del contexto histórico un primer paso es la cronología, el ordenamiento de todo lo que pasó antes y lo que sucedió después.

Al conmemorarse el 83 aniversario de la Toma de Leticia van unos apuntes para la cronología que vengo borroneando desde hace 40 años. Es tarea pendiente consensuar una Cronología de la Guerra de Leticia que nos permita una mirada de conjunto en la perspectiva de la “larga duración” y constatar, como lo insinúa Basadre, que Estado Unidos fue el artífice de la entrega de Leticia a Colombia.

1822: agosto
Simón Bolívar escribe al General Santander manifestándole que "Maynas pertenece al Perú por una Real Orden muy moderna". Se refería a la Real Cédula que 20 años atrás, el 15 de julio de 1802, había firmado Carlos IV, por la que el monarca español “segregaba” (separaba) Maynas del Virreinato de Nueva Granada con capital en Santa Fe de Bogotá y la “agregaba” al Virreinato del Perú con capital en Lima. Sin embargo, a pesar de saber que Maynas le pertenecía al Perú, poco después, en 1829, Bolívar nos hizo la Guerra reclamando Maynas para la Gran Colombia.

1903: 3 de noviembre
Panamá se convierte en país independiente separándose de Colombia. Los independentistas contaron con el apoyo de Estados Unidos a través de su agente Bunau-Varilla. Estaba de por medio el control del Canal de Panamá que no había terminado de construirse. Para ello firmó un tratado con el nuevo país por el cual recibía una franja de terreno a ambos lados del canal que pasó a denominarse “Zona del Canal! (Canl Zone). Varios países reconocieron al nuevo país, pero no lo hizo Colombia. A Estados Unidos le interesaba mucho que Colombia reconociera la Independencia de Panamá.

1904: mayo
Se firman dos convenios entre Perú y Colombia: Acuerdan someterse a la decisión del Rey de España y un “modus vivendi” mediante el cual se establece una zona de “statu quo” entre los ríos Napo y Caquetá.

1904: 6 de agosto
La Cancillería colombiana considera inaceptables ambos convenios.

1905
Se firmaron nuevamente convenios entre Perú y Colombia para encargar el arbitraje al Papa y otro “modus vivendi” que señaló al Río Putumayo como límite provisional. Tampoco se ejecutaron por oposición del Congreso peruano.

1906: 6 de julio
Perú y Colombia firman un convenio provisional acordando mantener el “statu quo” en los territorios litigiosos y retirar de allí a las autoridades.

1909
El presidente colombiano Rafael Reyes intentó llegar a un acuerdo con Estados Unidos reconociendo la independencia de Panamá, pero el pueblo colombiano se sublevó sacándolo del gobierno.

1909: 21 de abril
Perú y Colombia firman una Convención  mediante la cual constituyen una Comisión Internacional que debería investigar los incidentes en el Río Yubineto, afluente del Putumayo.

1910: 31 de abril
Perú y Colombia firman un Convenio modificando el del 21 de abril de 1909. Se establece que la Comisión Internacional estaría integrada también por el Canciller del Brasil, quien la presidiría. Se preveía que, en caso de no aceptar éste, se acudiría a los embajadores de Gran Bretaña o de Alemania acreditados en Río de Janeiro. Nada de esto se ejecutó y los incidentes del Río Yubineto no se investigaron.

1911: 10 -12 de julio
La Fuerza Armada peruana desaloja a una tropa colombiana que había cruzado el Río Caquetá pretendiendo instalarse en la margen derecha que era claramente territorio peruano. Se trata del Combate de la Pedrera.

1913
Ante la inminente inauguración del Canal, Estados Unidos intenta llegar a un acuerdo con Colombia para que reconozca la Independencia de Panamá,. El Presidente Restrepo rechazó la propuesta norteamericana.

1914: 6 de abril
Colombia consigue firmar un tratado con Estados Unidos por el cual se compromete a reconocer la independencia de Panamá a cambio de recibir varias compensaciones, incluidos 25 millones de dólares. Sin embargo, pasaron los años y Colombia no reconoció la Independencia de Panamá. 

1916
Ecuador y Colombia firman un Tratado por el cual definen los límites de su frontera común a partir de la desembocadura del río San Miguel en el Putumayo, por el divorcio de aguas entre el Putumayo y el Napo, hasta el origen del río Ambiyacú, y por el curso de éste hasta su desembocadura en el Amazonas, por donde continuaría la línea fronteriza hasta los límites con el Brasil.

1921
Colombia y Estados Unidos modifican el tratado de 1914. Es posible que haya habido acuerdos que no quedaron escritos, como la intervención de Estados Unidos ante el gobierno de Leguía para que entregue a Colombia los territorios que le permitirían tener soberanía en el Río Amazonas.

1922: 24 de marzo
Se firma en Lima el Tratado secreto entre nuestro Ministro de Relaciones Exteriores Alberto Salomón y el embajador plenipotenciario colombiano Fabio Lozano. El Estado peruano entrega a Colombia la décima parte de nuestro territorio nacional, incluída la ciudad de Leticia, llegando a ser el tercer país a orillas del Amazonas. Hasta ese momento el Monarca de los Ríos solamente pertenecía a Brasil y Perú.

1922: 11 de setiembre
En Lima, el embajador colombiano Fabio Lozano escribe al Ministro Alberto Salomón presionándolo para que envíe el Tratado al Congreso para su aprobación.

1923: 20 de marzo
En Lima, Lozano insiste ante Salomón para que envíe el Tratado al Congreso.

1923: 29 de noviembre
Nuevamente presiona Lozano a Salomón para que envíe el Tratado al Congreso.

1924: 20 de agosto
Colombia, satisfecha con todo lo conseguido hasta ese momento, firma con Panamá el Tratado Vélez-Victoria por el cual reconoce su independencia. Había vendido muy caro este reconocimiento. A cambio de esta firma había conseguido estar a orillas del Amazonas. 

1924:
Brasil se entera de la existencia del Tratado Slomón-Lozano y envía un memorando de protesta al Perú por haber firmado, a sus espaldas, un tratado secreto con Colombia modificándole la frontera. De esta manera se hace pública la existencia del Tratado. Por su parte, Ecuador reclama a Colombia por haber hecho un tratado con Perú en territorios que habían sido acordados por los dos países pocos años antes, en 1916.

1924: segundo semestre
Protestas en Iquitos y en Lima rechazando el Tratado.

1925: 4 de marzo
En Washington, Estados Unidos hace que Brasil acepte la nueva frontera con Colombia. Había llamado a Perú, Colombia, Brasil y Ecuador. Este último no aceptó ir a la llamada “Conferencia de Washington”.

1925: 18 de marzo
En Lima, insiste Lozano ante Salomón para que envíe el Tratado al Congreso peruano, aduciendo que está de por medio lo que acababan de acordar en Washington.

1925: 21 de marzo
Salomón se disculpa ante Lozano argumentando que está a la espera del Acta firmada en Washington.

1925: 28 de octubre
Carta de Lozano a César Elguera (nuevo Ministro de Relaciones Exteriores del Perú): le informa que el Congreso colombiano ya aprobó el Tratado.

1927: 18 de enero
Carta de Lozano a Pedro Rada y Gamio (nuevo Ministro de Relaciones Exteriores del Perú): Insiste en que el Congreso peruano apruebe el Tratado.

1927: 22 de enero
Carta de Rada y Gamio a Lozano: Argumenta que no se puede avanzar en la aprobación del Tratado porque está de por medio el litigio con Chile.

1927
Continúan las protestas contra el Tratado en Caballo Coca, Iquitos, Lima y otros lugares del Perú.

1927: 20 de diciembre
Aprobación del Tratado Salomón Lozano por el Congreso peruano. (102 a favor y 7 en contra).

1928: 30 de marzo
Carta de Rada y Gamio a Lozano: Le informa que el coronel Roberto López será el jefe de la Comisión Demarcadora (por el Perú).

1928: 19 de mayo
Carta de Lozano a Rada y Gamio: Le informa que Darío Rozo será el jefe de la Comisión Demarcadora (por Colombia).

1928: 29 de mayo
Fue inscrito el Tratado Salomón-Lozano en la Sociedad de Naciones (antecesor de la ONU).

1928: 19 de setiembre
Se firma en Masisea el Acta de instalación de la Comisión Mixta Demarcadora Peruano-Colombiana. Decidieron hacerlo allí, en el Río Ucayali, al sur de Pucallpa que era entonces un poblado pequeño, y no en Iquitos, en previsión de acciones populares de oposición a la presencia de militares colombianos.

1928: 15 de octubre
Se firma en Iquitos el Acta de las Actividades de la Comisión Mixta Demarcadora. La población de Iquitos no protestó. Parece que la aprobación del Tratado por el Congreso, el año anterior, hubiera tenido como consecuencia un sentimiento de derrota, de resignación ante los hechos consumados. Sentimiento de que todo estaba perdido. Eran tiempos en que se daba mucho valor a las leyes a los actos formales. Si el Congreso ya había aprobado el Tratado ya no había nada que hacer. A partir de esta fecha todos los actos formales de ejecución del Tratado tuvieron como epicentro la ciudad de Iquitos, cuya población se acostumbró a la presencia de militares y funcionarios colombianos, como se verá a continuación.

1929: 6 de febrero
Se firma en Iquitos el Acta de la Sesión de la Comisión Mixta Demarcadora. Se tratan temas como el del Aguarico y el Yaguas.

1929: 9 de octubre
Carta de Rada y Gamio a Lozano. Le hace saber la posición peruana sobre la demarcación en las cabeceras de los ríos Atacuari y Yaguas, al haberse producido discrepancias entre los miembros de la Comisión Mixta Demarcadora.

1929: 15 de octubre
Carta de Lozano a Rada y Gamio: Posición colombiana sobre el asunto del Atacuari y el Yaguas.

1929: 11 de noviembre
Se firma en Iquitos el Acta de la Sesión de la Comisión Mixta Demarcadora.

1930: 12 de marzo
Se firma en Iquitos el acta de la sesión de la Comisión Mixta Demarcadora.

1930: 31 de julio
Se firma en Iquitos el ACTA FINAL de la Comisión Mixta Demarcadora.

1930: 17 de agosto
En la ciudad de Leticia la Comisión Mixta Demarcadora lleva a cabo el acto final del drama: Se arría la bandera peruana, se iza la bandera colombiana, sale la tropa peruana e ingresa la tropa colombiana.

1930: 22 de agosto
En Arequipa, Sánchez Cerro da el golpe de estado contra Leguía.

1932: marzo
Pasa por Iquitos, con destino a Lima, la carta firmada por personas de Caballo Cocha y de Leticia dirigida al Presidente y al Congreso pidiendo que Leticia retorne al Perú: “Hemos sido entregados a Colombia como si fuéramos sajinos o céticos …aquí están enterrados los huesos de nuestros antepasados…”.

Se conforma en Iquitos la Junta Patriótica de Loreto. Deciden organizar la captura de Leticia.

1932: 1 de setiembre
TOMA DE LETICIA; Es dirigida por la Junta Patriótica de Loreto y ejecutada por 48 loretanos al mando de Juan Francisco La Rosa.

1932: setiembre
En la Sociedad de Naciones (también denominada Liga de Naciones), en Ginebra, Suiza, el representante colombiano denunció al Estado peruano por lo sucedido en Leticia. El representante peruano, Francisco García Calderón, desmintió tal acusación señalando que lo acontecido había sido obra del pueblo de Loreto. Ante tal respuesta el gobierno de Colombia anunció que iba a solucionar el asunto como un “problema de orden interno”

1932: Desde setiembre
La Fuerza Armada peruana recibe instrucciones del presidente Sánchez Cerro de apoyar a los ocupantes de Leticia. 

1932: 28 de diciembre
El Gobierno colombiano dispone que los cañoneros “Pichincha” y “Boyacá” se establezcan en Belem do Pará, en la boca del Amazonas, para estar lista ante cualquier eventualidad.  

Ingresa por la boca del Amazonas la flota colombiana, al mando del general Alfredo Vásquez Cobo, apoyada por aviones piloteados por mercenarios alemanes,.

1933: 14 de febrero
Encuentro armado en Tarapacá (boca del Río Cotuhé en el Putumayo).

1933: 26 de marzo
Combate de Gueppí.

1933: 15 de abril
Sorpresa de Calderón en el Putumayo: Una patrulla peruana ataca a la marinería colombiana desde la orilla peruana, ocasionando la desmoralización de sus tropas.

1933: 30 de abril
Es asesinado el presidente Sánchez Cerro en Lima, en el hipódromo, quien estaba pasando revista a los 20.000 soldados reservistas que partirían para el frente amazónico. Le sucede el general Oscar Benavides.

1933: 15 de mayo
Alfonso López Pumarejo, representando al gobierno de Colombia, se reúne en Lima con Benavides y se ponen de acuerdo para poner fin a la guerra. Cuando vivió en Francia se hizo del embajador colombiano Alfonso López Pumarejo.

1933: junio
Levantamiento liderado por el Teniente Hildebrando Tejedo Monteza en protesta por haberse parado la guerra.

1934: 19 de junio
Perú y Colombia firman el Tratado de Río de Janeiro por el que deciden que Leticia retornará a Colombia. Una comisión de la Sociedad de Nacional llegó a Leticia para hacer cumplir esta decisión.









¿QUÉ CAMBIOS HAY QUE LLEVAR A CABO EN EL PERÚ PARA QUE LAS FUTURAS RELACIONES CON COLOMBIA SEAN SIMÉTRICAS?

Al cabo de 83 años, Leticia y Tabatinga constituyen hoy una ciudad bi-estatal. Una calle, Marco, las divide, pero en la práctica el tránsito hacia uno y otro lado es completamente libre para todos y todas, incluidos los visitantes peruanos.

Leticia-Tabatinga es cada vez más pujante. Leticia tiene una magnífica biblioteca pública. Es posible que, dentro de unas décadas, haya una semejante en Iquitos.

Esta urbe bi-estatal tiene vinculación terrestre hacia sus respectivos territorios nacionales.

Los peruanos que llegamos a Leticia-Tabatinga somos allí extranjeros. Sin embargo nuestra ciudad de Leticia comenzó a construirse al mismo tiempo que Iquitos, en los años de 1860.

Hacía poco tiempo que había llegado nuestra Marina de Guerra a Iquitos y su jefe, Federico Alzamora, tomó la iniciativa de construir un fuerte en el Amazonas, al lado de Tabatinga, en la frontera con Brasil. En enero de 1867 Alzamora  había informado al gobierno de Lima que los brasileros estaban montando cañones en el viejo fuerte de Tabatinga. A su solicitud, el gobernador Benigno Bustamante hizo desmontar un terreno y erigir un rústico tambo en la quebrada San Antonio, que señalaba el límite entre Perú y Brasil. Entre tanto, el ingeniero Maximiliano Siebert y el ingeniero naval Luis Sandi seleccionaban el lugar donde se emplazaría el fuerte. En octubre el ingeniero Manuel Charón llegó desde Iquitos y llevó a cabo el reconocimiento de los alrededores de San Antonio. Charón rechazó el lugar previamente seleccionado y eligió otro en la parte alta de un elevado risco, 1.25 millas aguas arriba. En esta elevación que domina la estrecha curva que hace el río en este punto, se montarían los cañones. Charón comenzó a desmontar el terreno dejando una franja de una milla a lo largo del río. Para facilitar su trabajo, el gobierno de Lima nombró a Charón capitán de puerto de San Antonio, en adición a sus funciones de ingeniero en jefe. En diez meses ya había construido barracas, un almacén para provisiones, una oficina para la capitanía y viviendas para él y otros oficiales. Dos comerciantes y varias familias habían formado el núcleo del pueblo. El 20 de noviembre de 1867 llegó de Iquitos una comisión de la Marina y conversaron sobre el nombre que se daría al lugar.

Desde que se iniciaron sus trabajos, Charón se había referido al lugar comopuerto Leticia. Sus compañeros y colegas estuvieron de acuerdo con su elección y Charón comunicó la decisión a Alzamora para que él, a su vez, solicite su ratificación en Lima. El nombre no fue aprobado en la capital. “El nombre de Leticia”, le escribió el Director de Marina, “no tiene ningún significado”. Ordenó que el puesto fuera llamado Ramón Castilla. Sin embargo, en su correspondencia Charón continuó refiriéndose al lugar como puerto Leticia. Poco después, el 15 de  mayo de 1868, un decreto presidencial le dio el nombre oficial de Ramón Castilla. Con mucha osadía, Charón confrontó al Presidente sobre el tema. El fuerte se llamaría Ramón Castilla, pero el poblado contiguo se llamaría Leticia. Argumentaba Charón que no se trataba de un nombre insignificante porque ha sido elegido para honrar la “gloriosa hazaña” de los paraguayos  en la guerra que en ese momento libraban  contra la Triple Alianza, formada por Brasil, Argentina y Uruguay, una lucha en la que el Perú simpatizaba con Paraguay. “La más notable” de esas heroicas acciones, aseguraba el ingeniero Charón, había sido “la defensa de un fuerte que llevaba el nombre de Leticia”. Por supuesto no había un fuerte en Paraguay o en cualquier otro lugar llamado Leticia. Quien existía era la hermosa Leticia que vivía en Iquitos, de quien Charón estaba perdidamente enamorado.

En las décadas siguientes el nombre de Leticia se impuso sobre el de Ramón Castilla y la ciudad se convirtió en capital de un gran distrito que llevaba el mismo nombre.

Hace ocho décadas que nuestra Leticia ya no nos pertenece.

Al frente de Leticia-Tabatinga el Perú tiene en la insignificante Santa Rosa su puesto fronterizo donde funciona la aduana y la Policía.

A lo largo del Monarca de los ríos grandes ciudades se fortalecen en vista al futuro: Belem do Para en su desembocadura en el Atlántico, Santarem en la boca del Tapajoz, Manaos en la boca del Río Negro, Leticia-Tabatinga frente a la boca del Río Yavarí e Iquitos cerca de su nacimiento.

En torno a Leticia-Tabatinga circula el peso colombiano o el Real brasilero. El sol peruano no tiene ninguna importancia. La economía del Yavarí está totalmente subordinada a Brasil, así como la de nuestra mediterránea Caballo Cocha y la de la orilla sur del Amazonas que media hasta Santa Rosa.

Algo semejante sucede en el Río Putumayo, donde Colombia tiene la hegemonía económica y cultural. El Estrecho es nuestra capital provincial nominal, incomunicada del territorio nacional por vía terrestre. En cambio, el Putumayo colombiano tiene comunicación intermodal con el Amazonas y con Bogotá. Con el Amazonas a través de la carretera Tarapacá-Leticia y con Bogotá a través de la carretera que parte de Puerto Asís a orillas del Putumayo.

La presencia de Colombia en la frontera con Perú no es más fuerte debido a la guerra interna. Cuando ésta pronto termine, tendrá libre el camino para afirmarse desde el Caquetá hasta el Amazonas. Ciudades como Florencia en el Caquetá, Puerto Asís y Leguízamo en el Putumayo, Tarapacá al inicio de la carretera y Leticia a orillas del Amazonas, constituirán una fluida red de progreso. La asimetría  en las relaciones con Perú se profundizará.

Darío Fajardo, destacado geógrafo colombiano, dice que los problemas de frontera se presentan cuando están de por medio “sociedades en expansión” y no cabe duda alguna de que Colombia es una “sociedad en expansión”.

Dentro de unas décadas, cuando después de la forja de partidos iniciemos el camino de una sólida vida democrática, comenzaremos a dejar de ser “un puñado de desconcertadas gentes que no sabemos adónde ir”. Entonces podremos diseñar nuestros objetivos nacionales. Uno de ellos será hacer de Caballo Cocha una ciudad articuladora de todo nuestro territorio fronterizo en el Amazonas. El Yavarí peruano habrá salido de su aislamiento por la carretera que se inicia en Palo Seco y Caballo Cocha tendrá la carretera que llegará a su ciudad portuaria en Chimbote a orillas del Amazonas. La gran producción de peces pequeños para forraje permitirá la producción de paiches y grandes zúngaros. También la producción de pequeños peces servirá para hacer harina de pescado para la crianza de aves y de porcinos. Nuestro fino chocolate y otros productos made in Perú tendrán a Leticia-Tabatinga como mercado cautivo. Será una nueva manera de estar presente en esta parte tan importante del planeta.

En esta perspectiva, el Pueblo Ticuna que es triestatal (está en Brasil, Colombia y Perú) se afirmará en su cultura.

Mientras tanto, la carretera o ferrocarril que saque del aislamiento a nuestro Putumayo permitirá encarar los retos de darle valor agregado a los recursos transformándolos antes de transportarlos.

Cuando en el quehacer histórico, al identificar las tendencias, se percibe que éstas son inconvenientes, no queda otro camino que torcer el curso de la historia. Sin embargo, construir el futuro exige primero imaginarlo.   

Iquitos, 01 de setiembre de 2015

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