LOS EXTREMOS SE JUNTAN: EL PROYECTO DE LA GRAN BURGUESÍA Y LAS VELEIDADES DEL RADICALISMO PEQUEÑO BURGUÉS
Las clases dominantes no tienen ya nada más que ofrecer al pueblo peruano. La demagogia que postulan se acaba, como el modelo neoliberal que es un programa y proyecto reaccionario y retrógrado. La gran burguesía y el imperio van a buscar la derrota definitiva del pueblo y aspiran que así sea. Sin embargo, la crisis del sistema es un hecho irrefutable. No crece la economía y los grandes proyectos se van a piqué. Las ganancias este año son pocas. La gran minería pierde ingentes capitales y el sistema financiero tiene grandes problemas de liquidez. Las inversiones en el sector público podría menguar el efecto de la crisis, pero ahí hay un desorden por efectos de la corrupción y el pillaje. La situación es crítica.
El mensaje a la nación del presidente PPK muestra a un político acorralado y sin rumbo. El protagonista de una clase que ha llegado a un punto de inflexión y de posible derrota política. El fujimorismo le cobra la derrota y es una alternativa que es más de lo mismo. Ninguna fuerza política de la derecha y de las clases dominantes son una propuesta que de solución a los grandes problemas del país. La crisis económica y política que vive el capitalismo peruano no ha sido solucionado por la gran burguesía y al contrario, después de 35 años de implementación del proyecto neoliberal, la patria se debate en un destino sin rumbo y sin futuro. Son los grandes capitales quienes se han beneficiado de la puesta en marcha del modelo. Para las clases populares han significado más pobreza, miseria y atraso. El Peru se ha convertido en un país sin destino, no obstante que la derecha pretende imponer la idea de un país en desarrollo y en auge económico. Debemos decirlo de una vez: este “crecimiento “ de los últimos años solo a beneficiado a un grupo de grandes empresas nacionales y extranjeras.
Las clases dominantes no tienen ya nada más que ofrecer al pueblo peruano. La demagogia que postulan se acaba, como el modelo neoliberal que es un programa y proyecto reaccionario y retrógrado. La gran burguesía y el imperio van a buscar la derrota definitiva del pueblo y aspiran que así sea. Sin embargo, la crisis del sistema es un hecho irrefutable. No crece la economía y los grandes proyectos se van a piqué. Las ganancias este año son pocas. La gran minería pierde ingentes capitales y el sistema financiero tiene grandes problemas de liquidez. Las inversiones en el sector público podría menguar el efecto de la crisis, pero ahí hay un desorden por efectos de la corrupción y el pillaje. La situación es crítica.
El mensaje a la nación del presidente PPK muestra a un político acorralado y sin rumbo. El protagonista de una clase que ha llegado a un punto de inflexión y de posible derrota política. El fujimorismo le cobra la derrota y es una alternativa que es más de lo mismo. Ninguna fuerza política de la derecha y de las clases dominantes son una propuesta que de solución a los grandes problemas del país. La crisis económica y política que vive el capitalismo peruano no ha sido solucionado por la gran burguesía y al contrario, después de 35 años de implementación del proyecto neoliberal, la patria se debate en un destino sin rumbo y sin futuro. Son los grandes capitales quienes se han beneficiado de la puesta en marcha del modelo. Para las clases populares han significado más pobreza, miseria y atraso. El Peru se ha convertido en un país sin destino, no obstante que la derecha pretende imponer la idea de un país en desarrollo y en auge económico. Debemos decirlo de una vez: este “crecimiento “ de los últimos años solo a beneficiado a un grupo de grandes empresas nacionales y extranjeras.
El Perú debe transitar por otros caminos. Las mayorías nacionales, que no se han beneficiado de este modelo apátrida y reaccionario, exigen una propuesta contraria a la actual. Una que realmente beneficie a estas mayorías nacionales. Una economía sólida, democrática, que base su desarrollo en los recursos naturales del país pero que beneficie al pueblo. Una economía que desarrolle industria y comercio nacionales. Para ello es necesario una nueva constitución y un nuevo estado. El estado neoliberal actual no garantiza ni desarrollo ni independencia. Una nueva Carta Magna es ahora necesario. Un nuevo pacto social. La gran burguesía y el imperio no garantizan esto y por ello son, para los sectores populares el principal escollo que tenemos adelante.
Un Nuevo Curso debe de plantearse ahora. Una nueva propuesta programática que defina un nuevo rumbo en la economía, la educación, la salud, la industria y el comercio; una nueva propuesta que defina el rol de las instituciones fundamentales del nuevo gobierno: la justicia, la ley electoral, las instituciones como la procuraría, La fiscalías, etc. Solo una propuesta integral puede ser solución de los grandes problemas de la patria. Las clases dominantes no son solución de estos problemas. Los partidos de la derecha tampoco lo son. Estos se debaten en serias crisis y divergencias, desde el partido del gobierno hasta el fujimorismo, que tiene ahora una crisis de liderazgo. Al estar en crisis el estado neoliberal es natural que está crisis influya en la representación política de la derecha.
Un fenómeno nuevo en este acontecer político que vive el país es el siguiente: los extremos se juntan, en la ofensiva contra el movimiento popular y sus organizaciones políticas y representativas. La derecha reaccionaria lanza su más grande ofensiva hacia el partido comunista y contra el movimiento popular, contra el Sutep y los movimientos radicales izquierdistas Pukallacta y Sendero Luninoso también lo hacen. La derecha tiene en estos movimientos y partidos izquierdistas a sus grandes aliados para quebrar a las organizaciones políticas y gremiales representativas. Sendero hace tiempo que hace el papel de agente de la reacción en el movimiento popular. Son los vende obreros y patronales. Puka Llacta que nunca se empeñó en una lucha contra las clases dominantes, después de tratar de dividir a Patria Roja, lo único que ha hecho en su negra historia de divisionista es servir a los planes reaccionarios de la derecha. Son su vanguardia en el movimiento popular. Ahí hacen el papel de traidores y divisionistas. Nunca ganaron nada. Nunca consiguieron nada. Solo sirven al gran capital.
Pero no nos confundamos. Para el partido comunista el enemigo de clase es la gran burguesía, el imperialismo y su proyecto reaccionario neoliberal. El pueblo peruano tiene en este enemigo su principal escollo para construir una patria nueva, con democracia popular y el socialismo. La derecha sigue con su proyecto de convertir a nuestra patria en el territorio que sirve al gran capital y al imperio. El modelo neoliberal es el proyecto bandera de está derecha recalcitrante y apátrida. Los “izquierdistas” reaccionarios le hacen el juego, pero no son el enemigo principal. Son enemigos en el seno del pueblo. En algunos momentos le hacen el juego a la derecha y confunden a importantes sectores del pueblo, por ejemplo, la pequeña burguesía. Está es proclive a esta grita radicoide. Sin embargo el pueblo sabe que rascando a un “radical”, encuentra a un oportunista en potencia.
Tenemos que seguir en la brega. Las clases populares deben de levantar firmemente sus banderas. Nuevo Curso. Nueva Constitución. Nueva República. Hay que organizar a la gente. A los miles de compatriotas que buscan un nuevo camino. Más temprano que tarde encontraremos este camino que plantee a la clase obrera y al pueblo peruano el rumbo hacia una nueva democracia y al socialismo. Socialismo que está firmemente sostenido en el programa y estrategia de nuestro partido y de nuestro pueblo
Un Nuevo Curso debe de plantearse ahora. Una nueva propuesta programática que defina un nuevo rumbo en la economía, la educación, la salud, la industria y el comercio; una nueva propuesta que defina el rol de las instituciones fundamentales del nuevo gobierno: la justicia, la ley electoral, las instituciones como la procuraría, La fiscalías, etc. Solo una propuesta integral puede ser solución de los grandes problemas de la patria. Las clases dominantes no son solución de estos problemas. Los partidos de la derecha tampoco lo son. Estos se debaten en serias crisis y divergencias, desde el partido del gobierno hasta el fujimorismo, que tiene ahora una crisis de liderazgo. Al estar en crisis el estado neoliberal es natural que está crisis influya en la representación política de la derecha.
Un fenómeno nuevo en este acontecer político que vive el país es el siguiente: los extremos se juntan, en la ofensiva contra el movimiento popular y sus organizaciones políticas y representativas. La derecha reaccionaria lanza su más grande ofensiva hacia el partido comunista y contra el movimiento popular, contra el Sutep y los movimientos radicales izquierdistas Pukallacta y Sendero Luninoso también lo hacen. La derecha tiene en estos movimientos y partidos izquierdistas a sus grandes aliados para quebrar a las organizaciones políticas y gremiales representativas. Sendero hace tiempo que hace el papel de agente de la reacción en el movimiento popular. Son los vende obreros y patronales. Puka Llacta que nunca se empeñó en una lucha contra las clases dominantes, después de tratar de dividir a Patria Roja, lo único que ha hecho en su negra historia de divisionista es servir a los planes reaccionarios de la derecha. Son su vanguardia en el movimiento popular. Ahí hacen el papel de traidores y divisionistas. Nunca ganaron nada. Nunca consiguieron nada. Solo sirven al gran capital.
Pero no nos confundamos. Para el partido comunista el enemigo de clase es la gran burguesía, el imperialismo y su proyecto reaccionario neoliberal. El pueblo peruano tiene en este enemigo su principal escollo para construir una patria nueva, con democracia popular y el socialismo. La derecha sigue con su proyecto de convertir a nuestra patria en el territorio que sirve al gran capital y al imperio. El modelo neoliberal es el proyecto bandera de está derecha recalcitrante y apátrida. Los “izquierdistas” reaccionarios le hacen el juego, pero no son el enemigo principal. Son enemigos en el seno del pueblo. En algunos momentos le hacen el juego a la derecha y confunden a importantes sectores del pueblo, por ejemplo, la pequeña burguesía. Está es proclive a esta grita radicoide. Sin embargo el pueblo sabe que rascando a un “radical”, encuentra a un oportunista en potencia.
Tenemos que seguir en la brega. Las clases populares deben de levantar firmemente sus banderas. Nuevo Curso. Nueva Constitución. Nueva República. Hay que organizar a la gente. A los miles de compatriotas que buscan un nuevo camino. Más temprano que tarde encontraremos este camino que plantee a la clase obrera y al pueblo peruano el rumbo hacia una nueva democracia y al socialismo. Socialismo que está firmemente sostenido en el programa y estrategia de nuestro partido y de nuestro pueblo
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